Recursos Versus Personas

09 noviembre 2014 ·

La gestión que privilegia y premia los resultados operativos en lugar de la contribución del empleado al logro de la estrategia, termina socavando los atributos más sensibles del ser humano. El haber asimilado al empleado a un “recurso” –aún en la actualidad– y también como “capital humano”, no son sino síntomas evidentes del desprecio, la falta de consideración y respeto que se tiene hacia aquellos que, en definitiva, son los que hacen viable a la organización y su misión.

Es muy probable que algún directivo o responsable del área de personas se moleste con tal proposición. Si así fuere, es muy probable que se trate de una limitación o un no darse cuenta de las consecuencias nefastas que produce el reducir al ser humano a un objeto-cosa, para luego pasarlo por el tamiz de la métrica del ROI –retorno sobre la inversión. Y si alguno está en duda, le sugiero entonces colocarse en tal situación y vivenciarlo anímicamente.
Para aquellos que aún persisten en tal creencia, por el solo hecho que es lo que la mayoría de las organizaciones y congresos internacionales de “recursos humanos” recomiendan  hacer, es muy conveniente entonces que reflexionen sobre lo siguiente: ¿Si en la actualidad se pudiera reemplazar a los empleados por robots inteligentes y sensibles, tendría sentido contar con “recursos humanos”?

Quizás haya directivos que les entusiasme tal posibilidad. Si bien es muy probable que no pase mucho tiempo para que la robótica se extienda “masivamente” dentro del ámbito laboral, la idea hace que uno se ilusione con ella porque conduciría a una serie de beneficios, como ser:
- Permitiría un aumento significativo de la productividad.

- No habría reclamos salariales, pago de horas extras, paros ni juicios laborales.
- Se lograría reemplazar el objeto-cosa-humana por un objeto-cosa “más amigable e incondicional”.

- No haría falta la “retención de talentos” ni tampoco estímulos para la motivación.
Antes que llegue este recambio –que seguramente será mucho antes de lo que uno se pueda imaginar– los que hoy gestionan a los “recursos humanos” o al “capital humano”, deberían anticiparse y replantearse su futuro laboral, porque seguramente el directorio no los necesitarán para que les apliquen la misma vara, por considerarse a sí mismo individuos y personas.

La otra mirada hacia el personal
Por suerte existen empresas de excelencia que tienen una mirada totalmente opuesta y de reconocimiento y estima hacia el ser humano. Estas organizaciones se caracterizan básicamente por:

- Posicionar al empleado en el centro de la empresa.
- Trabajar para el empleado y no al revés.

- Considerar y valorar al empleado como persona inteligente, creativa en lo suyo y factor clave para el éxito de la visión.
- Privilegiar sus habilidades blandas –generosidad, valores, solidaridad, buena onda,…– por tratarse de talentos ya encarnados en el ser que no se aprehenden con la capacitación.

Esta actitud hacia las personas no es exclusiva ni propia de las grandes corporaciones. También se da en las medianas y pequeñas empresas. Por supuesto que ello ocurre y es viable cuando parte de la convicción del N° 1 de la organización. Pero esto no excluye ni impide para que el responsable del área de personas –en la medida que esté convencido del nuevo rol y perfil del empleado– se lo recomiende y fundamente ante el CEO. Y una vez logrado su objetivo, tendrá el desafío y la satisfacción de liderar el proceso de cambio, es decir, el reposicionamiento interno de la empresa.
¡El portador de Tu Marca Personal posee el expertise de anticipador y gestor del cambio, porque es lo que vino haciendo una vez alcanzado su posicionamiento como Yo SA!
José Podestá

 

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