Cambio Vs. Comportamiento

28 diciembre 2014 ·

La aceleración del cambio, que se gestó a partir de la globalización, ha producido una gran tensión en el mundo en general y en el ámbito de las organizaciones en particular. Si bien los avances sorprendentes que se han dado en los últimos años han generado mejoras en múltiples ámbitos, no ha ocurrido lo mismo con el destinatario y desarrollador del mismo: el ser humano.

Seguramente que muchos pensarán, al respecto, cómo es posible que se diga algo así cuando el avance, por ejemplo de la medicina, ha permitido entre otras cosas extender la  expectativa de vida del hombre. Desde ya es así y hasta las estadísticas se encargan de mostrarlo. Pero como toda mejora de cambio, éste conlleva un costo que afecta hasta en lo anímico espiritual del ser humano.
Cambiar no es fácil

El avance de las mejoras suelen verse desde dos ámbitos: el externo y el interno. Como espectadores del cambio, éste permite que nuestra capacidad de asombro no se agote. Sin embargo, cuando el cambio nos afecta en lo personal, la actitud es totalmente distinta. ¿Por qué? Porque modificar el comportamiento genera en el ser humano una sensación de incertidumbre, resistencia y temor, cualquiera sea el momento o la época en que se produzca.
Esta percepción es innata porque tiene que ver con la necesidad de seguridad del individuo. Además, si somos honestos nos cuesta y hasta nos disgusta afrontar el cambio porque nos obliga a salir de la zona de confort. Nuestro cerebro “se planta” en lo que conoce porque lo nuevo o lo imprevisible conlleva a un gasto mayor de nuestras energías, para poder afrontar el estrés que desde lo interno nos produce el miedo, la ansiedad o cualquier otra emoción.

La gestión del cambio
Para poder abordar la dinámica del cambio y la necesidad de transformación que cada vez se da con más frecuencia en las organizaciones, ha surgido una nueva especialidad: el change management. El especialista en cambio está capacitado para brindar soluciones y acompañar los procesos, con la finalidad que se transformen en oportunidades de crecimiento. Pero todo ello a partir de una toma de conciencia por parte del empleado, por ser éste el ejecutor del mismo.

Para que ello ocurra de modo satisfactorio es fundamental que el área de Capacitación y Desarrollo produzca las condiciones necesarias. Por ejemplo, en un ambiente de trabajo cada vez más digital es fundamental que exista coordinación entre el área jerárquica, las estructuras, los procesos y las habilidades de las personas. De lo que se trata, entonces, es lograr que el cambio y el comportamiento dejen de ser antagónicos. Para ello es clave que el empleado tenga en claro la estrategia y la parte de ejecución esperada, a los efectos de poder generar el valor y la creatividad que considere más adecuada.
Cuando los especialistas o gestores impulsan la cultura del cambio, no sólo desde arriba sino en sentido transversal, el ser humano deja de levantar su barrera natural frente a lo desconocido, porque a partir de la información derivada de la estrategia para el cambio, sabe no sólo de qué se trata sino el por qué y el para qué de su razón de ser. De esta forma, él mismo pasa a constituirse en un agente de cambio desde su puesto de trabajo, algo que nunca se lo había imaginado que podía hacer y suceder.

¡El portador de Tu Marca Personal es un innato planificador y gestor del cambio que se fue preparando y desarrollando, desde el momento en que decidió llegar a ser reconocido, respetado y valorado por lo que sabe, por lo que hace y cómo lo hace!
José Podestá

Este Es Mi Lugar

21 diciembre 2014 ·

Aunque muchos no lo digan y quizás hasta lo nieguen, el ser humano busca y necesita seguridad para sí mismo en todos los ámbitos de la vida. Del tema se ocupó, tiempo atrás, el psicólogo estadounidense Abraham Maslow [1908-1970] célebre por su estudio de las motivaciones y necesidades del hombre; llegó a graficarlas en forma escalar en la pirámide que lleva su nombre.

“Este es mi escritorio”
Cuando en el ayer uno escuchaba tal expresión, el ocupante pretendía con ello marcar un lugar seguro y un espacio geográfico referencial para el resto de los empleados. De este modo definía no sólo el nivel jerárquico, sino también la distancia que todavía en el hoy existe en otras profesiones, como por ejemplo entre el médico, el abogado o el consultor con el cliente.

Pero en el mundo de las organizaciones este escenario se fue licuando, a partir de la globalización y de la aceleración del cambio. Por supuesto que el escritorio es necesario como lugar de apoyo y trabajo. Lo que ha perdido trascendencia es el rol de estatus y “poder” que cumplía dentro de la cultura organizacional autoritaria y vertical.
No obstante, posiblemente algunos de ustedes haya visto en la actualidad –o quizás hasta lo esté padeciendo– la barrera del escritorio como un factor demarcatorio y de diferenciación. Si así fuere, lo sensato sería sentir pena por su ocupante, porque tal vez se trata de un ser que necesita aferrarse a ello para suplir algunas de sus carencias internas; vincula más con el perfil de un burócrata y no del líder que las organizaciones necesitan para ser competitivas.

El otro lugar
Cuando a partir de un análisis de introspección uno logra descubrir cuál es la vocación que se enmarca en la misión, destino y sentido de la vida, se termina por saber lo que estamos  llamados a ser. Es decir, el lugar a ocupar en la vida, cualquiera sea la actividad, oficio o profesión que a uno lo motiva y convence.

De esta forma, si pudiéramos por un instante elevarnos y mirar en perspectiva a nuestros prójimos en general –tal como a veces nos muestra una toma cinematográfica– en el paisaje veríamos a cada ser haciendo lo suyo, aunque nos imaginémonos que no todos hayan partido de su vocación y misión.
El lugar aspiracional en la vida es lo que también motiva en algunos el interés por el Personal Branding, incluso como un “refuerzo” explícito de la necesidad de seguridad. Pero cuidado con ello, porque el reconocimiento que a futuro su portador logre en la comunidad en donde se realiza y trabaja, es consecuencia de lo mencionado anteriormente. Por tanto, el Personal Branding no es una tabla de salvación sino la consecuencia por estar haciendo muy bien lo suyo, a partir del lugar que ha decidido ocupar por vocación en la sociedad.

Tampoco hay que creer o asumir que uno no logrará trascender con el Personal Branding porque no se tiene las habilidades de liderazgo ni mucho menos de genialidad. Todos tenemos alguna competencia o talento, además de una misión específica a cumplir en la vida, motivo por el cual si somos consecuentes –haciendo lo que debemos hacer– se logrará el merecido reconocimiento. Ello vale tanto para un artesano, un trabajador social o un emprendedor, a pesar que se encuentren comparativamente muy distantes de llegar a ser una celebridad mundial. Además, un mundo habitado exclusivamente por genios no sólo sería insoportable sino prácticamente inhabitable.
¡El portador de Tu Marca Personal está pendiente del trabajo y de la entrega derivada de su vocación-misión en la vida, mientras que los prójimos son los destinatarios que terminarán reconociéndolo y valorándolo por lo que realmente es!
José Podestá

Calidad Relacional

14 diciembre 2014 ·

En la actualidad y quizás para muchos, existen múltiples oportunidades “externas” para entablar vínculos, relaciones y ser parte de una legión de “amigos”. Sin embargo, y también para sorpresa de muchos, el ser humano adolece de un concreto e inherente estado de soledad que nada tiene que ver con el entorno sino que es parte de su propia individualidad.

Realización personal
Más allá de la vocación laboral-profesional que se aspira llevar a cabo o del interés manifiesto para el desarrollo y posicionamiento del Personal Branding, la necesidad de relacionarnos debe comenzar con uno mismo. Es por ello que todo proceso que tienda a un logro personal, demanda de un análisis de introspección para tener en claro aspectos tales como:

- La misión-destino en la vida.
- Las habilidades-talentos disponibles.

- Las limitaciones-debilidades para el proyecto aspiracional o el emprendimiento en cuestión.
Sin embargo, se reitera que antes de relacionarnos bien con otras personas, tenemos que establecer una buena relación con nosotros mismos. ¿Por qué? Porque el fundamento de toda relación –en lo laboral, profesional o de pareja– dependerá de cómo se lleva uno consigo mismo.

Pero también debemos tener en cuenta que, como persona, somos un ser solitario. Contrariamente a lo que se pueda pensar, por nuestra constitución necesitamos de momentos de soledad, incluso para escuchar y conversar con nuestro ser interior. Y aquí se da una paradoja, porque nadie está totalmente solo en el estricto sentido, debido a que poseemos un Yo espiritual que nos acompaña en la existencia cotidiana y está siempre a nuestra disposición.
Dentro del ámbito laboral y profesional nos acercamos más en una relación, por medio de los hechos. Concretamente, ello ocurre cuando trabajamos juntos y conseguimos resultados a través de la cooperación, forjándose de esta forma lazos y una relación profunda.

De esta forma y una vez que tenemos en claro lo que somos y nuestra misión de vida, la relación personal pasa a ser un factor clave para el plan de carrera laboral-profesional. Quizás esto nos permita entonces poder discernir acerca del sentido aparente, superficial y poco serio de la promoción-difusión que se viene haciendo de las relaciones en las redes sociales; se trata de algo muy distante y carente de la calidad que el portador del Personal Branding necesita para el logro de su visión.
Es por ello que el poder relacionarnos con éxito dependerá del conocimiento derivado de la introspección ya mencionada y de la aceptación mutua que hacemos del prójimo. De allí que en lo laboral-profesional no se trata simplemente de seducir a los otros con el trabajo –aunque se trate del mercado objetivo aspiracional– sino también de la calidad relacional que uno sea capaz de forjar y del sentido que ello le imprime a la vida. De allí que son factores clave:

- Tener en cuenta el motivo de lo importante, acorde con el proyecto o plan de carrera.
- Sentir una sincera reverencia por el prójimo.

- Pensar y actuar creativamente.
- Innovar y anticipar el futuro.

- Considerar que todos los involucrados son seres valiosos que, además, contribuyen en la calidad relacional.
- Desarrollar el aprender y el dar.

¡El portador de Tu Marca Personal logra forjar sus relaciones de calidad a partir del reconocimiento y el valor que brinda, con su trabajo-servicio, a la comunidad!
José Podestá

El Rival Potencial

07 diciembre 2014 ·

En más de una vez somos plenamente conscientes que, frente a una oportunidad, terminamos perdiéndola por circunstancias que partieron directamente de nuestro interior. Es decir que no necesariamente los “competidores” están en los ámbitos que frecuentamos, sino que también hace lo suyo el que está dentro de uno.

Cuando escuchamos las razones del éxito que tuvieron destacados emprendedores y ejecutivos –más allá de la tenacidad y la alta resistencia a las críticas– lo único que se menciona sobre las razones internas tiene que ver con “la corazonada” de que estaban en lo cierto. Sin embargo, en el caso de los inventores suele decirse que la mayoría de ellos tuvo “una chispa interior” o que escucharon una “voz interior” que afloró luego de reiterados y agotadores intentos.
Los dos rivales

Si uno ponderara la incidencia que tiene el rival, por lo general todo el peso del análisis se lo llevaría el contexto; ello no deja de ser importante, dado el impacto que el cambio acelerado va produciendo en los mercados, en la sociedad y en la vida de las personas.
Lo mismo ocurre cuando se está en pleno desarrollo del Personal Branding. Para reducir a su mínima incidencia el contexto competitivo, toda la energía va orientada hacia la ejecución de un plan sólido, coherente y flexible. De lo que se trata es de reducir la incertidumbre, en la medida de las posibilidades. Por supuesto que así debe ser, aunque ello no excluye la consideración del rival potencial que, desde el interior de nuestro ser, termina muchas veces por hacer caer un buen proyecto de superación personal.

Del rival al “amigo”
Es por ello que el punto de partida de cualquier emprendimiento, proyecto o plan de carrera laboral-profesional, necesariamente parta de un análisis o toma de conciencia de los valores, las fortalezas y las debilidades del individuo. Porque de nada sirve tener bajo control todas las variables y los eventuales sucesos de ocurrencia que provienen del contexto –reitero una vez más que así debe hacerse– si no se tiene bien en claro cómo uno está realmente “plantado” frente a lo anímico-espiritual.

Es cierto que hay muchas personas que, por desconocimiento o “temor”, evitan conversar o dialogar consigo mismo. Un signo característico del hoy es la inconsciente actitud de entrega del ser humano a los estímulos proveniente de las plataformas multimedia y a las respuestas al instante que demanda el estar “comunicados”. Y si ello no es suficiente, siempre está a mano colocarse los auriculares para que la aislación –y también la enajenación– sea completa.
Algunos llegarán hasta “racionalizar” lo expresado, cosa que también es una verdad. Pero de lo que se trata es de llegar a percibir que el ser humano está dotado de un potencial interior, que anida en nuestro ADN o Yo espiritual, sede en donde se encuentra también alojada la razón-motivo de nuestra existencia.

Si en la práctica no nos seduce escuchar a nuestra voz interior porque sus “mensajes” pueden llegar a ser más negativos que positivos, es porque entonces no hemos hecho lo suficiente para descubrir que detrás de esa máscara está latente el “amigo” que no queremos escuchar.
¡El portador de Tu Marca Personal es un ser que, por lo general, descubrió a su “amigo interior” en forma tardía, pero en cambio  hoy se “encuentran” con frecuencia!
José Podestá

Individualidad y Relaciones

30 noviembre 2014 ·

Tal vez a muchos les sorprenda el exacerbado individualismo que caracteriza en la actualidad a los seres humanos. Pero en realidad ello data desde los orígenes del hombre, porque es un rasgo de nuestra personalidad. Incluso para los que consideran que somos un ser social, en realidad ello sólo se da en las apariencias.

Sin ir más lejos, el elemento antisocial está latente en nuestra vida afectiva y de relación. ¿Por qué? Porque cuando entablamos un vínculo con otra persona, es natural que al principio nos parezca que es sensata, cordial, de buen humor, etc. Pero a media que pasa el tiempo, comenzamos a percibir que no era tan así.
Es aquí en donde aflora el condicionante antisocial en nosotros, por obra y gracia de nuestra simpatía y antipatía, que es la que se encarga de dibujarnos una imagen distorsionada de la otra persona, que luego usamos como base para nuestro criterio afectivo hacia ella. Por otro lado no podemos de ningún modo descartar la simpatía y antipatía, porque constituyen el medio que necesitamos para entablar nuestros vínculos y relaciones afectivas.

Impacto laboral y profesional
Cuando uno se pone a pensar y meditar sobre ello –cosa que lamentablemente no lo hacemos con la frecuencia adecuada– comenzamos a entender el porqué de un cambio en el trato y la consideración que recibimos de nuestro jefe, de algunos compañeros de oficina, algún socio e incluso de nuestra pareja.

Lo mismo vale para la percepción que nos formamos nosotros de los demás, con lo cual el elemento antisocial pasa a ser un dato fundamental en nuestras relaciones humanas, que se da de un modo natural y no por ello debemos creer que es de naturaleza patológica.
En la medida que uno aprenda a no relacionar en nosotros lo que nos comunican la simpatía y antipatía, y llegar a comprender lo que significa para nuestro prójimo la manifestación de su personalidad para él mismo, uno empezará a sentir lo que él siente y a corregir de este modo la imagen equivocada que la simpatía y antipatía produjeron en uno. El empleo de la inteligencia emocional y fundamentalmente de la empatía, nos ayudará a percibir que el otro individuo –más allá de su propia constitución, sus debilidades y talentos, sus valores y su misión– es una personalidad que está luchando igual que uno.

Lo que acabamos de explicar resulta ser, en el ámbito laboral y profesional, una prioridad por todo lo que implica el involucramiento de las personas en post de un proyecto compartido. De allí que uno debe ser consciente que más allá de las habilidades duras que privilegian las empresas en sus empleados para el logro de sus objetivos, es fundamental darse cuenta lo que en nosotros –como individuos– está latente y hace a nuestra forma de ser.
A partir de esta toma de conciencia, el ser humano podrá comprender que además de vivir con actitud de espera hacia el otro, para descubrirlo y comprenderlo más allá de la simpatía y antipatía, somos además dependientes del trabajo de nuestro prójimo, desde el alimento que consumimos hasta cualquier producto-servicio o manifestación de la cultura. Esto es lo que también les sucede a los demás, con respecto a lo que uno aporta en lo suyo. Sin embargo, y a pesar de ser cuestiones centrales, no siempre son tenidas en cuenta por los directivos de una organización, porque consideran que es el empleado quien está en deuda –por percibir un salario– cuando en realidad es el actor que va construyendo la misión, día-a-día.

En la medida que admitamos esta realidad en nuestro pensar, libremente nacerá la gratitud hacia los demás. Asimismo, debemos comprender que aquellos que no realizan en su conciencia este acto, jamás podrán ser sociales en su pensar ni en el agradecer. Seguramente que ustedes tendrán ejemplos que ilustren este comportamiento y actitud.
¡El portador de Tu Marca Personal es un ser que a pesar de haber estado y seguir estando expuesto a las simpatías y antipatías de los demás, vive en una actitud de espera porque es consciente que su posicionamiento y sus obras siempre dependen de sus prójimos!
José Podestá

El Cambio Está en Tus Manos

23 noviembre 2014 ·

El punto de partida del proceso para la construcción del Personal Branding se focaliza en dos preguntas secuenciales clave:

- ¿Quién soy?
- ¿Cuál es mi misión en la vida?

Ambos interrogantes existenciales no se limitan exclusivamente al Personal Branding. Son preguntas fundamentales que siempre están a la espera de respuesta, aunque no seamos muy conscientes de ello, en el momento de pensar en un emprendimiento, una carrera laboral-universitaria, un oficio, etc. En la práctica, es una minoría la que se ocupa de ello, seguramente porque aspiran a que no sea la vida la que les “imponga” lo que deben ser y hacer.
La actitud pasiva y expectante que asume la mayoría tal vez sea fruto del desconocimiento acerca del por qué y el para qué uno está aquí. También influye, desde lo cultural, la ausencia del pensar acerca de uno mismo. Quizás se lo vea como algo que es más propio y reservado para los filósofos, dado que son seres que siempre se preguntan y cuestionan las cosas. Pero lo cierto y concreto es que se trata de “nuestra” vida, que debemos asumirla y darle un sentido, y no al revés.

Una prueba manifiesta del bloqueo para pensar y resolver lo que debemos hacer lo vemos en los jóvenes, especialmente cuando les llega el momento de decisión para realizar una actividad en la vida –músico, cocinero, artesano, trabajador social, ejecutivo, etc.– o una profesión. Nuevamente aquí se presentan los dos interrogantes ya mencionados.
Entonces, no son pocos los que inician su andar por la vida sin tener resuelta su vocación, como punto de partida. Que a fulano o a mengano le haya ido “económicamente” bien con lo que oportunamente eligieron, no es garantía de nada. ¿Por qué? Porque somos individuos con aptitudes específicas, con valores, con motivaciones y con un destino que debemos tener muy en claro para validar nuestra misión.

Llegado el momento, que los padres orienten y señalen las oportunidades a sus hijos, es una cosa. Pero que los presionen “psicológicamente” para que el hijo “elija” tal actividad o profesión –por ejemplo, el caso de la hija bailarina de danza clásica o del hijo doctor– no es un “acto de amor”: sencillamente, es un disparate que está anclado en una actitud paterna egoísta y manipuladora. Todo ello sirve, entonces, para darnos cuenta que uno no vino a la vida para que alguien le imponga lo que debe hacer. Tal decisión es personal, única e intransferible; de allí el motivo y razón de ser de ambas preguntas.
Las profesiones recurrentes

Así como las profesiones del ayer tuvieron su razón de ser, no significa que sean garantía de éxito futuro, más allá de que se continúe necesitando de excelentes médicos, abogados, arquitectos, agrónomos, etc. Pero no hay razón alguna para que en el hoy, tal como lo muestra la estadística, existan legiones de jóvenes que mayoritariamente elijen una carrera sin criterio, o lo que es peor, sin vocación.
Los forjadores, soñadores e innovadores del mañana se deberán formar en el presente. Ello implica tener que orientar y plasmar su vocación hacia aquellos emprendimientos o estudios que les permitan llegar a ser los nuevos gestores del cambio. Al respecto, la humanidad está aguardando y demandando nuevas soluciones en múltiples campos, como ser: energía, seguridad alimentaria, salud pública, rendimientos de cultivos, sustentabilidad, inclusión social, etc.

Nada de ello podrán capitalizar ni brindar las carreras tradicionales, porque no fueron pensadas para la problemática y las necesidades del hoy y de los próximos años. De allí que se vislumbren nuevas y radicales oportunidades-desafíos, para contextos cada vez más cambiantes y complejos.
Darse cuenta

Al tener en claro la misión y la vocación que brinden sentido a la vida, el ser humano pasa a tener cada vez más un rol autónomo y social. Los aportes, las mejoras y los eventuales cambios que surjan de su trabajo lo irán posicionando como un referente, siendo su Personal Branding una consecuencia natural del valor por lo realizado y brindado a sus prójimos y la comunidad.
¡El portador de Tu Marca Personal es un líder y un potencial agente anticipador del cambio, que se ocupa para que sus obras tengan un sentido para los demás y para su vida!
José Podestá

Peregrino en Camino

16 noviembre 2014 ·

Los cambios veloces a los que están expuestas las organizaciones, las instituciones, las personas y las profesiones han impactado radicalmente en el paisaje y la forma de optimizar los recursos. Por tanto, creer que mediante la planificación y la fijación de objetivos se logrará reducir la incertidumbre –tal como se daba en el ayer– dejó de ser una garantía porque el contexto devino en muy incierto.

Sin embargo, ello no es excusa para tener bien en claro el norte y la misión a seguir, más allá de los desvíos y las rectificaciones que demanden las circunstancias.
Innovar ya no es una opción

Las personas que se deciden ser artífices de su vida suelen habitualmente llegar a tal estado de conciencia por diferentes caminos. No obstante, el motivo guarda una relación directa con la biografía del individuo y su impulso interior. De allí que no siempre tal actitud se manifieste por las opiniones o las sugerencias de terceros. Esto mismo les sucede a aquellos que se interesan en desarrollar y posicionar su Personal Branding.
Ahora bien, el tomar las riendas de la vida implica básicamente dos cosas:

- El deseo manifiesto de no ser parte de ningún rebaño.
- El llamado a ser un peregrino en camino.

Ello no significa que estos seres sean antisociales, introvertidos, ermitaños o desinteresados con sus prójimos. Por el contrario, sienten que la misión que deben llevar a cabo los tiene como sus destinatarios naturales. ¿Por qué? Porque ellos son, en definitiva, los que plenamente validan su vocación y el sentido que les imprime en su vida.
Por cierto que darse cuenta de ello no es fácil, debido al régimen establecido por el materialismo consumista y hedonista vigente, y la cultura mediática e intrusiva que nos impacta hasta en el inconsciente. De allí que veamos, cada vez más, seres que están socialmente clonados en sus vestimentas, ideas, actitudes y comportamientos, a pesar de su individualidad.

Ser peregrino, entonces, demanda un esfuerzo peculiar. Para ello el decidido necesitará  innovar o reinventarse a partir de su individualidad, escuchar a su voz interior –el Yo– y meditar en su misión y destino. Al hacerlo podrá ir comprobando que paulatinamente irá formateando su proyecto vocacional, es decir, aquel que una vez que germine dejará su huella personal en el camino.
Una marca en obras

La persona que cuenta con un proyecto personal la veremos que siempre está en camino. ¿Por qué? Porque de esta forma se estará brindando, con generosidad, hacia los prójimos que lo reconocen, valoran y le brindan un sentido a su vida.
Como mencionara anteriormente, para hacerlo es necesario “rescatar” la individualidad, en el buen sentido de su significado. Ello debe ser así porque la calidad de la entrega y del obrar surge de los principios y valores que emanan del ser interior de la persona.

También vuelvo a enfatizar que el ser peregrino en camino no es sinónimo de aislamiento. Al contrario, por el reconocimiento que de sus huellas hacen los prójimos, éstos luego se convierten  en sus compañeros de ruta.
¡El portador de Tu Marca Personal es un peregrino en camino que, desde su vocación, va innovando y recreando sus obras para que expresen lo mejor de sí, a lo largo de su existencia!
José Podestá

Recursos Versus Personas

09 noviembre 2014 ·

La gestión que privilegia y premia los resultados operativos en lugar de la contribución del empleado al logro de la estrategia, termina socavando los atributos más sensibles del ser humano. El haber asimilado al empleado a un “recurso” –aún en la actualidad– y también como “capital humano”, no son sino síntomas evidentes del desprecio, la falta de consideración y respeto que se tiene hacia aquellos que, en definitiva, son los que hacen viable a la organización y su misión.

Es muy probable que algún directivo o responsable del área de personas se moleste con tal proposición. Si así fuere, es muy probable que se trate de una limitación o un no darse cuenta de las consecuencias nefastas que produce el reducir al ser humano a un objeto-cosa, para luego pasarlo por el tamiz de la métrica del ROI –retorno sobre la inversión. Y si alguno está en duda, le sugiero entonces colocarse en tal situación y vivenciarlo anímicamente.
Para aquellos que aún persisten en tal creencia, por el solo hecho que es lo que la mayoría de las organizaciones y congresos internacionales de “recursos humanos” recomiendan  hacer, es muy conveniente entonces que reflexionen sobre lo siguiente: ¿Si en la actualidad se pudiera reemplazar a los empleados por robots inteligentes y sensibles, tendría sentido contar con “recursos humanos”?

Quizás haya directivos que les entusiasme tal posibilidad. Si bien es muy probable que no pase mucho tiempo para que la robótica se extienda “masivamente” dentro del ámbito laboral, la idea hace que uno se ilusione con ella porque conduciría a una serie de beneficios, como ser:
- Permitiría un aumento significativo de la productividad.

- No habría reclamos salariales, pago de horas extras, paros ni juicios laborales.
- Se lograría reemplazar el objeto-cosa-humana por un objeto-cosa “más amigable e incondicional”.

- No haría falta la “retención de talentos” ni tampoco estímulos para la motivación.
Antes que llegue este recambio –que seguramente será mucho antes de lo que uno se pueda imaginar– los que hoy gestionan a los “recursos humanos” o al “capital humano”, deberían anticiparse y replantearse su futuro laboral, porque seguramente el directorio no los necesitarán para que les apliquen la misma vara, por considerarse a sí mismo individuos y personas.

La otra mirada hacia el personal
Por suerte existen empresas de excelencia que tienen una mirada totalmente opuesta y de reconocimiento y estima hacia el ser humano. Estas organizaciones se caracterizan básicamente por:

- Posicionar al empleado en el centro de la empresa.
- Trabajar para el empleado y no al revés.

- Considerar y valorar al empleado como persona inteligente, creativa en lo suyo y factor clave para el éxito de la visión.
- Privilegiar sus habilidades blandas –generosidad, valores, solidaridad, buena onda,…– por tratarse de talentos ya encarnados en el ser que no se aprehenden con la capacitación.

Esta actitud hacia las personas no es exclusiva ni propia de las grandes corporaciones. También se da en las medianas y pequeñas empresas. Por supuesto que ello ocurre y es viable cuando parte de la convicción del N° 1 de la organización. Pero esto no excluye ni impide para que el responsable del área de personas –en la medida que esté convencido del nuevo rol y perfil del empleado– se lo recomiende y fundamente ante el CEO. Y una vez logrado su objetivo, tendrá el desafío y la satisfacción de liderar el proceso de cambio, es decir, el reposicionamiento interno de la empresa.
¡El portador de Tu Marca Personal posee el expertise de anticipador y gestor del cambio, porque es lo que vino haciendo una vez alcanzado su posicionamiento como Yo SA!
José Podestá

Relaciones Humanas y Marca

02 noviembre 2014 ·

Las marcas líderes comerciales se han visto sorprendidas, en los últimos años, por la creciente legión de fans que se han ido encolumnando de forma tal como si fueran sus protectores naturales. Realmente algo muy bueno deben haber recibido de ellas, más allá de la propuesta de valor que las caracteriza, para que el ser humano sienta que “su” marca preferida ocupa un lugar importante en su vida.

Más allá del psicólogo
Si algo así hubiese ocurrido hace diez o veinte años atrás, es muy probable que el asunto terminase en un escándalo. ¿Por qué? Porque los productos y servicios se conciben para que algunos de ellos satisfagan las necesidades básicas de la persona, mientras que los restantes permitan cubrir aquellas otras prioridades que cada uno sienta que son funcionales con su estilo de vida, confort, recreación, cultura, etc. Y para aquellos que necesitan “reforzar” su ego, la apariencia social, su baja autoestima o cualquier otra carencia, existe la gama de los productos y servicios suntuarios que se ofrecen para tal fin.

¿Qué nos dice todo ello? Que más allá de las prestaciones y beneficios básicos que dan lugar a que las marcas identifiquen a los productos y servicios que amparan, hay otras oportunidades de negocios que no deberían ser descuidadas. Son, básicamente, las que tratan de suplir o más bien de apuntalar a:
- Las inseguridades del ser humano.

- Las carencias anímicas y de índole afectivo.
- El vacío existencial, la soledad y la incomunicación humana, esta última tampoco ha sido  resuelta por la telefonía móvil, a pesar que la mayoría de las personas lleven en su mano el celular, tal como si fuese el nuevo fetiche de la posmodernidad.

Es distinto en las relaciones humanas
En la vida de relación social, laboral, cultural o profesional el ser humano tiene la gran oportunidad de ir construyendo su futuro a partir del prójimo. Somos parte de una comunidad y de una sociedad que nos brindan la oportunidad de poder llegar a trascender, haciendo aquello que por vocación nos sentimos motivados.

A medida que uno va trascendiendo en la vida por lo que se hace, se va dejando atrás una huella o marca que tiene que ver con el estilo y la impronta de su obrar, por la entrega y compromiso asumidos. Entonces, algunos prójimos comenzarán a ver –o tal vez descubrir– que se trata de algo valioso y por ello digno de ser tenido en consideración. Esa devolución que van realizando los “otros” pasa a ser el mejor aliciente, estímulo y señal que pueda recibir el portador de la marca. Así, éste comienza a vislumbrar que lo que viene haciendo tiene un sentido en su vida.
El reconocimiento y valoración que la persona recibe en vida vincula con las relaciones humanas de sus prójimos hacia él, y viceversa. El resultado de ello permite, en definitiva, que los otros se vinculen e interactúen con su marca. Ello tiene un valor superlativo tal que no es comparable ni equiparable con la naturaleza de los objetos materiales que, por las carencias y quizás la ausencia de un proyecto personal, vienen tributando los que no saben que las relaciones humanas no están en el entorno virtual ni en las redes sociales, y mucho menos en las selfies de ocasión.

¡El portador de Tu Marca Personal es un ser social comprometido en lo suyo, porque sabe que todo ello sólo tiene un sentido y propósito siempre y cuando esté destinado para sus prójimos!
José Podestá

Generosidad y Alegría

26 octubre 2014 ·

En las búsquedas de personal las empresas suelen coincidir en sus demandas respecto de las fortalezas básicas que deben reunir los postulantes, como ser:

- Tener condición de líder.
- Ser participativo.

- Ser anticipador-proactivo.
- Ser emocionalmente estable y autónomo.

Todo ello no deja de ser razonable y hasta funcional para los resultados esperados del postulante. Sin embargo, nada se dice ni se le exige acerca de la actitud ante los valores constitutivos de su moral y la ética, a pesar del creciente problema interno que vienen padeciendo las organizaciones debido al grave default moral existente y de la expansión de los comportamientos fraudulentos y corruptos entre el personal –a todo nivel– como así también en el proceso de contratación de proveedores y en la relación con los clientes.
Las nuevas fortalezas

Cuando uno se informa y analiza acerca de la filosofía que hoy caracteriza a las empresas de excelencia, se observa que en la cultura organizacional privilegian otras cosas. Más allá de lo moral-ético –que es un valor central que no puede estar ausente en la selección de las personas– el postulante debe ser habilidoso, curioso y actualizado en conocimientos, más allá del puesto que ocupe. Pero también les exigen otras cualidades que no todos están dispuestos a brindar, ya sea por desconocimiento o bien por carencia. Dos de ellas, son:
- La generosidad

Si bien la persona es por naturaleza un ser inconscientemente egoísta –aunque veamos que algunos suelen manifestarse abiertamente en tal sentido– también es un dato de la realidad que necesitamos del otro, es decir de nuestro prójimo, en el buen sentido de la palabra. Ello pasa a ser un factor clave cuando trabajamos en una organización, más allá que su fin sea comercial o filantrópico.
Para algunas empresas la generosidad del personal es, además de una virtud, una prioridad central que antecede al conocimiento o al expertise que demanda el puesto. Ya sea como parte constitutiva de un equipo, de una red global de trabajadores e incluso como socio de un emprendimiento, la generosidad en las ideas, en el compartir, en el estar atento para poder asistir incluso a compañeros de otras áreas, se constituye en una fortaleza para la persona.

Quizás se piense que ello es una obviedad implícita en las personas, pero en realidad no lo es. En la práctica se observa, con frecuencia, la resistencia al no compartir. Incluso hasta se dan impedimentos de tipo gremial que “obligan”, al afiliado, a no brindar nada que no se corresponda a lo específicamente establecido en su tarea.
La generosidad es un don propio que caracteriza a determinadas personas y por ello es considerado como un recurso escaso. La empresa de excelencia lo sabe y por ello lo privilegia sobre el conocimiento técnico, porque mientras éste se aprende el otro sólo se encuentra en la mochila personal de no muchos.

- Ser alegre, divertido
La cultura imperante nos ha condicionado –y hasta castrado– la veta de alegría que debiera estar latente en las personas para poder exteriorizarla, incluso en el ámbito del trabajo o de una profesión. Se trata, en realidad, de un requisito actitudinal que nos ayuda a humanizarnos en lo que hacemos y cómo lo hacemos. Más aún, el estar predispuesto a mostrarnos con una sonrisa honesta, hace a la inteligencia emocional.

Herb Kelleher, fundador de la exitosa y rentable compañía Southwest Airlines, de los Estados Unidos, estableció en la cultura de la empresa que el empleado debe ser una persona generosa, alegre y divertida. Por tanto, no basta con ser un experimentado piloto profesional si carece de tal fortaleza.
Kelleher además fue un pionero al haber establecido, a partir de 1971, que él área de personal se denominara “Departamento de las Personas”, por considerar que el empleado es un factor clave y vital, no un recurso humano ni capital humano.

El clima de una organización es radicalmente distinto cuando los empleados están a gusto y contentos con lo que hacen. Lo exteriorizan con naturalidad, porque es algo que está aceptado por todos. Cuando esa empresa brinda un servicio, ello pasa ser parte de su ventaja competitiva.
¡El portador de Tu Marca Personal sabe que hacer muy bien las cosas es fundamental, pero lo es mucho más cuando en el hacer se integran la alegría y la generosidad para con los demás!
José Podestá

Volver a Nosotros

19 octubre 2014 ·

El paso inicial que debemos dar, para comenzar con la gestación del Personal Branding, parte de nuestro interior. Si no llegamos a ponernos en caja, conociéndonos con honestidad, humildad y realismo, sería contraproducente avanzar con todo lo demás. ¿Por qué? Porque si no somos conscientes de nuestras aspiraciones, fortalezas, limitaciones y debilidades, terminaremos errando o sobreactuando y, quizás, hasta deshonrando la propia identidad, es decir, el nombre y apellido.

Qué pretendemos ser
Aunque algunos crean que es más propio del ser egoísta, es necesario que en algún momento uno se repliegue en sí mismo a fin de dar respuesta a cuestiones fundamentales de la existencia. Al menos, para las siguientes preguntas:

- ¿Quién soy yo?
- ¿Por qué y para qué decidí venir al planeta Tierra?

- ¿Qué sentido tiene ello para mí y para mis prójimos?
Se trata, entonces, de poder descubrirnos en la medida de nuestras posibilidades. Si bien no son preguntas fáciles ni simples, bien vale el intento, porque gracias a ello vamos a poder darle un sentido a nuestra existencia y razón de ser.

Lamentablemente esta práctica para el descubrimiento personal no es frecuente en nuestra cultura occidental, la que se caracteriza por privilegiar tiempos y resultados. En cambio es casi una rutina en oriente, en donde la meditación y la conversación interna son valoradas como una necesidad, porque hacen a la higiene espiritual del hombre.
Tal vez algunos se hayan sorprendido de la segunda pregunta. Tanto la vida como el ser humano son un misterio. La vida es un don que no está a nuestro alcance, pero ello no deja también de ser una gracia. Es así como al instante de la concepción –nadie viene al mundo por “accidente”– terminamos siendo elegidos para que nuestra entidad o yo espiritual –que sí aspira venir a la vida– anide en un cuerpo humano al que nuestros padres le sumaron el factor herencia.

La respuesta dada a esas preguntas también nos permitirá definir, con mayor conocimiento de causa, a dos de los tres requisitos que son básicos para el posterior diseño de la estrategia de Personal Branding. Ellos son:
- La Misión. Vincula con la razón y el sentido de ser de nuestra existencia. Por tanto, nos sirve para descubrir, para qué existimos. En la Visión radica nuestra vocación, ya sea para lo laboral, social o profesional. Sin embargo, no todos suelen tener en claro cuál es realmente su vocación de vida.

- Los Valores. Tienen que ver con nuestras creencias y convicciones; es todo lo que emana de nuestro ser anímico-espiritual. Son los principios atemporales que guían a nuestra conducta.
Una vez que tenemos resuelto estos dos requisitos, recién podemos pasar al tercero; éste tiene que ver con:

- La Visión, que es la imagen anticipada, con los pies en la Tierra, de cómo nos vemos hoy y haciendo qué dentro del mediano o largo plazo. Se trata del gran objetivo que nos irá movilizando, por etapas, a lo largo de nuestra existencia o Misión. Por tanto, con ello estamos evitando que dentro de cinco o diez años nos encontremos haciendo cualquier cosa en la vida, o lo que es peor, que “otros” hayan decidido por uno lo que debemos hacer para su propio beneficio.
En la Visión establecemos, entonces, en qué fecha estaremos realizando una determinada actividad o profesión, vinculada con la vocación personal. Luego viene el siguiente paso, que tiene que ver con la estrategia.

- La Estrategia consiste en diseñar lo que consideramos adecuado para alcanzar la Visión en el plazo estipulado. Nos ayuda para separar, apartar o dejar de hacer todo aquello que no tiene relación o sentido con la Visión. De esta manera, podemos concentrarnos decididamente en su logro.
Luego, qué hacemos

Ponernos a trabajar en nuestro proyecto. Para ello se irán enunciando e implementando, en un Plan de Acción, qué cosas básicas y necesarias deberemos realizar para alcanzar el objetivo de la Visión, en tiempo y forma. Este Plan se confecciona anualmente y se lo va ajustando sobre la marcha. Si la Visión establece que para llegar al objetivo se necesitarán cinco años, en el Plan se irá detallando el conjunto de actividades que anualmente deberán llevarse a cabo, para poder así ir avanzando en el tiempo hasta el logro del objetivo.
Una vez que lo hemos alcanzado, se vuelve a repetir el ciclo, es decir: la formulación de  una nueva Visión, con su respectiva Estrategia y Plan de Acción. De esta forma vamos avanzando paso-a-paso, en las diferentes etapas de la vida, movilizados por nuestra vocación, sabiendo de antemano el por qué y el para qué lo hacemos, por el hecho que venimos manteniendo como norte nuestra Misión en lo personal, laboral o profesional.

A medida que lo vamos realizando, nuestros prójimos comenzarán por descubrirnos y valorarnos por lo que somos y también por nuestras obras. Tal reconocimiento es el que califica y posiciona a nuestro Personal Branding, gracias a la marca o huella que hemos ido dejando como protagonista del trabajo o servicio brindados y por el sentido de valor que ello tiene en los demás.
¡El portador de Tu Marca Personal es la consecuencia de lo expresado, siempre y cuando lo suyo haya sido el resultado honesto de su razón y vocación de ser, en lugar de un mero recurso, ardid o práctica egoísta para ganar celebridad, prestigio y dinero!
José Podestá

Exceso de Información

12 octubre 2014 ·

Cuando éramos niños teníamos la sensación que el paso del tiempo era muy lento. Hoy decimos qué tiempos aquellos, porque el día de veinticuatro horas no nos alcanza, incluso para hacer las cosas más básicas. Cotidianamente vemos pasar la vida y nuestras circunstancias como una película en cámara rápida, con la angustia de lo que nos demanda mantenernos y estar al día con la información y los conocimientos.

No se trata de ganar una carrera
Si en el mundo la información inunda y desborda por todos lados, pretender dominarla es literalmente utópico. Más aún, es una sinrazón, dado que el 90% de toda la información existente fue creada en los últimos dos años. Para graficarlo con total realismo, en el minuto que les ha insumido leer lo que les estoy comentando, más de cien nuevas horas de video se subieron a YouTube, se compartieron varios millones de posts en Facebook y se mandaron decenas de millones de WhatsApp.

Para las personas que vienen llevando adelante su plan de carrera laboral y profesional, saben muy bien lo que estamos diciendo. Entonces, lo que importa es entender la dinámica del cambio, que hoy está acelerado, para poder ir tomando las decisiones que son más funcionales con la visión de cada proyecto o plan de carrera. Así, se evitará perder de vista el objetivo que se espera alcanzar, en el tiempo oportunamente establecido.
Cuando uno está estresado por el exceso de información, termina por quedarse detenido. Sin embargo, intentar revertir esa parálisis no es fácil, al tiempo que las dudas y la inseguridad complica cualquier toma de decisión.

Hacer las cosas, caminando
Esperar el momento de tener las cosas en orden para avanzar, si bien era lo que se hacía y enseñaba en el ayer, ya no funciona. ¿Por qué? Porque la realidad, la vida y el mundo están en movimiento.

Lo mismo vale para las cosas probadas, las que funcionan. El hecho que así sea para nada asegura que lo seguirán de ahora en más; tal vez hasta ya son obsoletas y muchos no se han dado cuenta de ello. Por tanto, debemos acostumbrarnos a construir y destruir sobre la marcha, porque de esta forma evitaremos que los imitadores de siempre nos hagan disminuir nuestra marcha en su propio beneficio.
El desafío, entonces, pasa por tener básicamente en claro lo siguiente.

- Cuál es la misión-objetivo de lo deseado para el mediano o largo plazo. Ello vale también para un emprendimiento personal, un plan de carrera laboral-profesional o un proyecto de Personal Branding.
- El nivel de comprensión del presente para imaginar el futuro, a los efectos de poder anticiparse o rectificar el plan de acción que se viene implementando, paso-a-paso, para alcanzar el logro de la misión.

-El desarrollo de nuevas habilidades y actitudes necesarias para surfear los procesos de cambio provenientes del contexto.
En la medida que se contemple lo mencionado y se mantenga una actitud proactiva –imprescindible para el éxito de la misión– se estará en mejores condiciones para la toma de  decisiones más satisfactorias para el futuro personal.

En consecuencia, para poder convivir con los cambios e ir capitalizando sus beneficios, se necesitará disponer de un nivel de información básica y suficiente para comprender el futuro, hoy. En la medida que lo anticipemos, se estará en mejores condiciones para alcanzar un posicionamiento personal superlativo.
¡El portador de Tu Marca Personal, en su rol de gestor del cambio, podrá ir sedimentando su posicionamiento y desarrollo sin condicionamiento alguno!
José Podestá

La Mejor Marca, Nuestras Obras

05 octubre 2014 ·

La historia es útil, entre otras cosas, para darnos cuenta que los seres humanos que trascendieron en su época y son recordados hasta el presente, es porque hicieron algo memorable. Y lo más interesante es que no necesitaron para ello del Personal Branding, no sólo porque no existía esta herramienta en su tiempo, sino porque en ningún momento hicieron-lo-que-hicieron para seducir a su “mercado objetivo”.

Esto qué nos dice
Evidentemente hay algo que no funciona bien, a pesar que algunos expertos en Marca indiquen lo contrario. El Personal Branding no es un recurso para ganar visibilidad y reconocimiento personal. Pero sí es la resultante de lo que uno es a partir de sus obras. Por tanto, se trata de un medio que podrá brindarle a su portador de la merecida trascendencia por su vocación, talento, estilo, creatividad y compromiso plasmados en el trabajo o el servicio brindado.

Mozart pudo hacer lo que hizo no por el apremio económico –a pesar de haber sido éste el estigma que lo acompañó a lo largo de su existencia– sino por el talento y la pasión que le imprimió a cada una de sus obras. Sin embargo, murió en la pobreza y recién después de muchos años logró ser reconocido y valorado en el mundo.

Así como Mozart fue un ilustre destacado en lo suyo, como tantos otros lo fueron desde el inicio de la civilización, en ningún momento a todos ellos se les ocurrió adoptar una actitud egoísta y aspiracional para llegar a ser una celebridad en la posteridad, más allá de las excepciones que cada uno conozca.

No todos somos genios
Es muy bueno que ninguno de nosotros pueda ser un doble de algún genio destacado de la historia. En primer lugar, porque somos únicos, y también porque hemos decidido venir al planeta Tierra para una misión específica. Además, no es la persona quien toma la decisión de ser un talento ni tampoco la que decide ser una buena o mala persona. ¿Por qué? Porque es algo que la razón no puede hacer; es algo que está en nosotros y debemos descubrir.

Entonces, como no somos genios y porque mayoritariamente tampoco tenemos bien en claro cuál es nuestro destino, es que necesitamos indagar, en algún momento de nuestra existencia, quiénes somos y cuál es la real vocación que nos permitirá brindar un sentido a la vida. Por lo general no lo hacemos, pero en cambio creemos que hoy en día lo vamos a lograr recurriendo al Marketing y al Personal Branding. Y es aquí en donde uno cae en el error.
Para no reiterar o evitar una frustración en tal sentido, el punto de partida está en lo ya mencionado, es decir:

- Si nada sabemos de uno mismo ni del porqué del trabajo o profesión actual, aunque con ello ganemos un buen dinero, deberíamos preguntarnos con total honestidad si es eso lo que justifica nuestra razón de ser.
- Descubrir cuál es la habilidad, don o talento que anida en nuestro ser, para plasmarlo con pasión y vocación en una tarea, profesión o servicio que no sólo nos produzca satisfacción, dinero y disfrute por lo realizado, sino que nuestro trabajo también contribuya al bienestar de los demás, porque en definitiva son ellos los que nos permiten ser y crecer.

Como podemos ver, el hombre debe predisponerse en función de y reconocerse como un ser social. No porque cuente con una legión de amigos reales o virtuales en la Web, sino por algo realmente importante: ¡Para llegar a ser persona por lo que es, por lo que hace y por el sentido que todo ello tiene en su existencia!
De esta forma, los “otros” comenzarán a ver en uno –y en nuestras obras– que somos seres valiosos. Entonces podrá ocurrir que alguien que no conocemos, nos convoque en algún momento para un proyecto o algún emprendimiento que se vincula con nuestro ser y nuestro hacer. Por tanto, el Personal Branding no es algo que uno deba promover sino que es la resultante de lo que verdaderamente somos, tal como Mozart lo fue en lo suyo.

¡El portador de Tu Marca Personal es un ser muy comprometido con su trabajo-profesión, por tratarse de su vocación de vida puesta al servicio de los demás!
José Podestá

La Práctica, la Mejor Formación

28 septiembre 2014 ·

El haber escuchado de un joven científico y filósofo de 95 años de edad –Mario Bunge– que el cursado de una carrera universitaria no habilita a tomar buenas decisiones, me sirvió de motivación para tratar este tema. El calificativo de joven no refiere necesariamente a la edad biológica sino intelectual, porque es sabido que una persona, por ejemplo de 30 años, puede ser en el pensar y en la voluntad un anciano frente a su circunstancia y la vida.

Desde hace unos años que vengo reflexionando sobre lo expresado por Bunge, con motivo de la creciente oferta de nuevas carreras universitarias y de posgrados. Yo mismo he sido de la partida, al haber propuesto, desarrollado e implementado, hace tres años, la carrera de logística a nivel universitario. Por supuesto que no estoy arrepentido de ello, por tratarse de una disciplina que está necesitando de profesionales en las empresas, el retail, los operadores logísticos y el comercio internacional.
En la logística, como sucede en la mayoría de las profesiones, si bien la formación es importante más aún lo es la práctica.

Toma de conciencia
En una de mis asignaturas –Estrategia– suelo utilizar un video en donde el estratega japonés Kenichi Ohmae les dice, a los CEOs de las principales corporaciones de los Estados Unidos, que estén prevenidos cuando envíen sus ejecutivos a un posgrado de estrategia. ¿Por qué? Porque la mayoría de los profesores son teóricos que nunca han tenido contacto con la práctica, ni mucho menos han vendido nada. Entonces, potencian toda su “sabiduría” en base a modelos y matrices, cuando bien sabemos que la realidad nada tiene que ver con las racionalizaciones intelectuales.

Ohmae tomó conocimiento directo de ello cuando era profesor universitario en la disciplina y los alumnos les pedían saber, antes de responder, dentro de qué marco analítico debían fundamentar sus explicaciones. Es así como se convenció del sinsentido de la orientación “académica” en la que se sustentan la mayoría de las universidades, y renunció por no estar de acuerdo con ello.
Lo importante, sumar

El contenido tiene sus beneficios en la medida que responda al hoy y permita, al estudiante y al ejecutivo, ampliar su nivel de conciencia. Una vez incorporados los nuevos conocimientos, podrán llevarlos a la práctica con una dosis de sentido común y realismo. Caso contrario, su implementación terminará siendo doblemente perjudicial, tanto para la empresa como para el empleado o el ejecutivo en cuestión.
A pesar de lo básico y sensato de lo observado, existen empresas y directivos que reiteran el error. Entonces, de lo que se trata es que el empleado que hoy destina tiempo y dinero en su formación, evite tal frustración, sobre todo cuando la capacitación forma parte de los pasos que necesita llevar a cabo para avanzar hacia la visión estratégica de su plan de carrera.

Puede ocurrir que el plan de carrera laboral-profesional cuente con el soporte y apoyo económico de la empresa. En ese caso, el empleado deberá estar muy atento a sus consecuencias, porque en realidad se trata de “su” proyecto personal, con fecha y lugar de llegada. Además, no siempre el proyecto contempla como meta a la empresa en donde hoy se encuentra el titular brindando sus servicios.
¡El portador de Tu Marca Personal –ya sea que se desempeñe como emprendedor o empleado– es un “hacedor profesional”, motivo por el cual está expuesto a ser solicitado y reconocido por sus méritos, estilo de ejecución y don de anticipación!
José Podestá

Más Allá de la Frontera

21 septiembre 2014 ·

Uno no se imagina que existan empresas que, además de la responsabilidad que implica la gestión profesional del área de personas, les interese también ocuparse en la comunidad por fomentar el trabajo para jóvenes de sectores vulnerables. Pero la incredulidad se potencia aún más cuando uno escucha que existe un circo que está comprometido en tal propósito.

Sin embargo, cuando nos enteramos que detrás de tal desafío se encuentra el Cirque du Soleil, se alcanza a comprender que sí es posible tan noble fin. ¿Por qué? Porque desde sus orígenes el Circo de Soleil ha venido asumiendo un rol muy profesional y de respeto hacia el personal. Y no es para menos: ¡Es el que hace realidad la misión de la empresa!

Tal vez muchos no sepan que el Cirque du Monde es una unidad especial de la empresa. A través de su programa de circo social, colabora internacionalmente con instituciones que trabajan en programas que estimulan el empleo joven. A la fecha tiene presencia en 80 comunidades de diferentes países, siempre con la colaboración de organizaciones locales –generalmente una ONG– orientadas al empleo y la inclusión de jóvenes adultos.
También es de la partida, en el área de América Latina y el Caribe, el Banco Interamericano de Desarrollo/BID. A través del Fondo Multilateral de Inversiones/FOMIN, el BID brinda apoyo financiero y asistencia técnica a la ONG asociada con el Cirque du Monde.

El rol de la ONG local
Más allá que la ONG esté o no focalizada en el desarrollo del circo profesional y en la formación de artistas y pedagogos, el programa del circo social privilegia el desarrollo personal y comunitario de los jóvenes. Se busca con ello la formación y transformación de las personas en activos productores del cambio. Para ello se focalizan en valores clave, como ser: trabajo en equipo, liderazgo, respeto, autoestima, comunicación interpersonal, creatividad, sentido del humor.

De esta forma la ONG vinculada al Cirque du Monde trabaja, en conjunto, para mejorar la empleabilidad y la capacidad de emprendimiento de los jóvenes, muchos de ellos futuros portadores del Personal Branding. De esta forma, el circo brinda una de sus fortalezas ocultas: el desarrollo de las habilidades blandas.
Que en esta tarea el circo sea el anfitrión tiene su razón de ser. Más allá del crecimiento en la última década del arte circense –y de ello el Circo de Soleil es un referente– se trata de un lenguaje que para los jóvenes es gratificante, al tiempo que se motivan para asumir el esfuerzo, sin que ello no impida el disfrute. Así el circo se constituye en un medio-herramienta para llegar a un objetivo social.

En la sede de Montreal, Canadá, existen responsables del área Servicio de Ciudadanía del Cirque du Soleil que se encargan de la formación y de la coordinación, en los países de habla hispana, de los instructores y trabajadores sociales que asistirán a las ONGs en el programa de ayuda a gente joven, en situación de vulnerabilidad, para conseguir empleo.
¡Para el portador de Tu Marca  Personal, el Circo du Soleil promueve e irradia valores de generosidad, humildad y de respeto al prójimo, motivo por el cual no pueden estar ausentes en su desarrollo profesional!
José Podestá

 

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