Sensibilidad y Anticipación

31 mayo 2015 ·

La cultura del compartir, de la transparencia y de la inmediatez que ya está instalada en la vida de relación, se trasladó al ámbito laboral. Tal vez algunos se sorprendan por ello, a pesar de la evolución exponencial de la tecnología y las comunicaciones en los últimos años.

Saber escuchar y motivar
Lo cierto es que la oficina ya no guarda relación con las pautas formales y el verticalismo vigentes en el siglo pasado. Se han derribado los silos departamentales –verdaderos enjambres de aislación, incomunicación e improductividad– con lo cual directivos y supervisores han quedado literalmente expuestos y “desnudos” frente a sus empleados.

Felizmente se ha tomado consciencia que el ocultamiento y el silencio ante los verdaderos hacedores de la misión de la organización –los empleados– hace que sean inviables la evolución y la permanencia en el tiempo.
La realidad impone ir haciendo las cosas sobre la marcha, sin perder el espíritu estratégico que debería estar encarnado en todos los empleados. Entonces, para poder ser autónomo y eficiente en el puesto que le corresponde a cada uno, es fundamental no sólo crear e innovar desde lo individual sino también trabajar sabiendo que se es parte clave del equipo de pertenencia.

Si bien tenemos la sensación que el individualismo vigente en la actualidad es mayor al de otros tiempos, esto para nada supone que debamos permanecer aislados en la propia burbuja. Básicamente esto le demanda al emprendedor –como así también al personal y al profesional– darse cuenta de dos requisitos clave:
- Se espera que uno mismo sea su propio “jefe”, con el compromiso y responsabilidad que ello tiene.

- El individualismo exige que la persona sea responsable, utilice el empowerment, esté atento a la escucha y motive a sus prójimos a través del pensar, el sentir y el hacer.
El jefe, hoy

También ha quedado desdibujada la figura de la supervisión, por las razones ya expuestas. Sin embargo, el jefe debe contar con un perfil cada vez más parecido al del director técnico de un equipo de fútbol. Sus intervenciones, sugerencias y directivas deben dar prioridad a la cohesión de las individualidades, para hacerlos sentir que además de ser parte de un equipo la empresa tiene depositado en ellos todas las “fichas” del éxito. Por tanto, más allá que a cargo del proyecto existan empleados full time o freelance, éstos están allí y son parte del mismo porque han sido considerados como los mejores y los más aptos para hacerlos realidad.
De allí que el jefe en cuestión, más allá de la posición que ocupe, debe no sólo tener el expertise requerido para el cargo sino también las habilidades blandas necesarias para interactuar con las personas, estar atento a sus prioridades y anticiparles el devenir del cambio.

De esta forma las personas sienten que mientras trabajan la organización también hace lo suyo por ellos, al facilitarles todos los recursos necesarios, dentro de un clima de vínculos y de relaciones tanto horizontales como transversales.
¡El portador de Tu Marca Personal no sólo se preparó para desempeñarse en el nuevo entorno laboral-profesional, sino que también sabe estar muy atento a la escucha de sus prójimos!
José Podestá

 

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