Empleados para Empresas B

28 junio 2015 ·

De modo sostenido y continuo se está produciendo un cambio de actitud en el ser humano, respecto del entorno y el cuidado del medio ambiente. ¡Enhorabuena!

Transición negativa
Bien sabemos que el empresariado, en general, no se ha interesado en las últimas décadas por el cuidado y el tratamiento de los desechos. Recién fue a partir del establecimiento de normativas legales estrictas que se vio en la “necesidad” de acatarlas, para básicamente evitar:

- La aplicación de multas o apercibimientos económicos.
- Eventual clausura, con la repercusión negativa que ello tiene en la imagen corporativa.

Si bien a inicios del siglo XXI irrumpe con mayor fuerza el concepto de la responsabilidad social empresaria/RSE, de la mano de una nueva generación de empresarios que mostraban convicción hacia el respeto de los derechos del empleado y la ecología, esta iniciativa no ha prosperado en la medida deseada. Las razones se las puede resumir en:
- Baja aceptación por parte de una mayoría que no está predispuesta hacia la RSE, por  considerarla como algo que resulta ser ajeno al objetivo final de una empresa con fines de lucro, es decir, la generación de ganancias.

- Alteración del sentido primario de la RSE, vía políticas de implementación meramente cosmética y de mejoras aparentes.
- Capitalización de las acciones o cambios realizados, no por sus consecuencias sociales sino por ser consideradas como nuevas oportunidades para maximizar las ganancias.

Por suerte, muchas de estas prácticas dejaron al desnudo a las empresas que hacían de ello una mala praxis. Así, por ejemplo, la comunidad no aceptó per sé que la empresa se autodefiniera “libre de humo” por el solo hecho de colocar señalética en las oficinas, prohibiendo fumar a los empleados. O bien, considerarse “buena ciudadana” por haber donado equipamiento de alta tecnología a un hospital, mientras seguía sin reciclar los desechos o manteniendo a los empleados en situación precaria e informal.
El nuevo ADN

Ahora es el tiempo de un nuevo modelo empresarial conocido como “benefit corporation”, es decir, empresas B o B Corps, de acuerdo a sus siglas en inglés. Con ello se busca conciliar de un modo integrado el desarrollo económico y social, al igual que la protección del ambiente.
Este nuevo paradigma contempla, básicamente:

- A la marca individual-empresaria más la marca colectiva.
- El éxito del negocio no apunta a ser considerado como el mejor “del mundo”, sino ser el mejor “para” el mundo.

- Transparencia en la gestión, con publicación de reportes anuales auditados por terceros independientes. Con ello se evita, entre otras irregularidades, la práctica de “contabilidades paralelas”.
- La misión se extiende a la atención de los intereses de los empleados, clientes, proveedores, comunidad y el medio ambiente, además del de los socios y accionistas que, hasta ahora, ocupaban los primeros lugares.

Por suerte ya existen en el mundo miles de empresas B que posibilitan a las nuevas generaciones sumarse al proyecto, porque suelen ser más sensibles y conscientes del cuidado del planeta y porque se los reconoce como los futuros hacedores naturales para que la organización materialice su misión y visión. En definitiva, se trata de una oportunidad y desafío para todos aquellos que tengan la convicción de consolidar su Personal Branding, partiendo de un compromiso hacia el entorno social y ambiental.
¡El portador de Tu Marca Personal deberá responder y velar para que en su tarea o profesión sume compromiso y valor dentro del entorno colectivo, colaborativo y social en que se desempeña!
José Podestá

Compromiso y Trabajo

21 junio 2015 ·

El compromiso en el trabajo suele presentar algunos problemas cuando se estanca en la polaridad. En tal sentido, nos encontramos aquí con dos perfiles bien opuestos:

- Hay personas que por distintos motivos no desean involucrarse en la tarea asignada. Más aún, tampoco les motiva el empleo obtenido, generalmente no por razones antagónicas con la empresa, sino porque en realidad no tienen en claro su vocación, es decir, lo que realmente aspiran o sienten que debiera ser su legado en la vida.
- En el otro extremo se encuentran aquellas personas que por lo general son muy proactivas, muy predispuestas a dar mucho más de lo que establece el puesto en cuestión. Quizás el empresario prefiera y valore más esta actitud hacia el trabajo, pero ello no deja de ser un “problema” cuando algunas de estas personas devienen en workalcoholic o adictas al trabajo, por los problemas de convivencia y relación que tienen con sus compañeros o miembros del equipo de trabajo.

El arte del equilibrio
La polaridad, cualquiera sea su manifestación en la vida de relación, presenta sus inconvenientes. Más allá de los condicionantes e imperativos psicológicos que se da en sus portadores, ello no debiera ser soslayado en el ámbito laboral y profesional.

Quizás nos llame más la atención los extremos de las cosas, pero lo cierto es que el sutil don de mantenerse en el centro de la polaridad es lo que uno debiera conservar o bien “trabajar” para lograrlo; incluso cuando se está transitando el proceso de desarrollo del Personal Branding.
A diferencia del ayer, las empresas también han crecido y madurado respecto al trato y respeto hacia el empleado-persona. Ello ha sido posible, fundamentalmente, por el cambio que les impactó desde el contexto en donde operan. Así, el empleado dejó de ser un mero objeto –tal como lo son los equipos y herramientas que se aplican en el trabajo– para pasar a ocupar el centro de la organización.

Esta realidad ha permitido que el área tradicional de Recursos Humanos haya migrado hacia el área de Personas, a pesar que aún exista una mayoría que no se ha dado cuenta de ello. No por simple “maldad”, sino por desconocimiento de lo que está sucediendo de “puertas-hacia-afuera” de la organización. Entonces, cuando a estas empresas les llega el momento de realizar el cambio generacional o incorporar algún ejecutivo en una posición estratégica, no llegan a comprender las “imposiciones” que sustentan los postulantes durante la entrevista de selección.
Reconocimiento y valoración

Así como las organizaciones trabajan para que las personas se establezcan en el centro de la mencionada polaridad, también son conscientes del reconocimiento y la valoración que deben tener con el personal. Y no es para menos, no sólo por el arte o alquimia que le demanda al empleado mantenerse en equilibrio, sino también por la creatividad, innovación y la mejora continua que cada uno va realizando, en forma autónoma, en sus respectivas funciones.
Entonces, más que expulsar a las personas que están en ambos extremos –por ser portadores de polaridad– la empresa hoy implementa programas de capacitación y seguimiento personalizado, para que cada uno potencie y canalice sus energías en el justo medio.

¡El portador de Tu Marca Personal, al estar expuesto durante su desarrollo profesional a todo tipo de presiones internas y externas, deberá evitar la polaridad y tener en cuenta que el compromiso hacia el trabajo exprese la razón de ser de su proyecto laboral!
José Podestá

Ser Coherente

14 junio 2015 ·

En un contexto en donde la mayoría considera que lo importante pasa por el tener y no por el ser, sin darnos cuenta de tal ridiculez hace que esta máxima se instale en la sociedad como una “verdad revelada”. La exacerbación del consumo –aunque a veces se cobra algunas víctimas que deben requerir tratamiento psicológico– es la consecuencia de la publicidad reinante, que se focaliza en el target para que no deje de consumir.

Modelo agotado
La realidad nos ilustra que a raíz de la sobreoferta existente en los mercados, lo que sobra son los productos y servicios, porque no hay suficientes clientes que puedan absorberlos. Sin embargo, y más allá del recambio anticipado que muchos hacen de sus objetos personales, es un sinsentido llegar hasta endeudarse para estar o mantenerse sobre la ola consumista, con el objetivo de llegar a ser “valorado por los otros”.

Seguramente que la mayoría de ustedes conocen a personas que se han convertido en consumidores compulsivos. Lamentablemente, éstos pasaron a ser víctimas del sistema económico, social y cultural basado en la propiedad privada, y que hoy está en crisis. Si uno lo razona, inmediatamente nos daremos cuenta que no hemos venido a la vida para:
- Terminar siendo prisionero o cautivo de los objetos, como es el caso del teléfono móvil que, literalmente, se les ha quedado “adherido” en la mano a muchísima gente. Pero su intento de posesión lo ha llevado también a agarrarse de la muñeca con una forma sutil e inocente de reloj-pulsera.

- Terminar siendo objeto de consumo para las empresas existentes en el mercado, que no sólo nos investigan sino que también nos “espían” para sumar más usuarios usados.
Pero felizmente este modelo ha comenzado a ser cuestionado por las nuevas generaciones, a partir de la Generación Y, lo que permitirá augurar el advenimiento de un nuevo modelo económico y social, mucho más coherente y humano.

Actores responsables
Hasta ahora el sistema occidental en donde convivimos ha requerido que los seres humanos –ciudadanos en sus respectivos países– se deban a las instituciones y organizaciones establecidas. Por supuesto que así debe ser, por tratarse de un reaseguro para que la convivencia no derive en un caos social.

Pero la novedad que se ha venido perfilando desde el advenimiento del siglo XXI, es que el ciudadano-individuo ya no acepta el rol pasivo tradicional que antes sustentaban las mayorías, básicamente por dos motivos:
a. La sociedad informacional lo ha transformado en una persona que aspira hacerse escuchar para expresar sus opiniones-conocimientos, e incluso colaborar.

b. Las instituciones y las organizaciones están en conversación, permitiendo que en ellas fluya información, propuestas y contenidos desde la sociedad hacia arriba.
Esta realidad nos muestra el “despertar” de muchos ciudadanos-personas que no sólo brindan sus conocimientos, sino que también se muestran cada vez más críticos y exigentes ante los “desvíos” o promesas incumplidas de sus representantes, incluyendo el nivel directivo y de supervisión de las empresas y organizaciones.

Así como en el ayer tanto el contralor institucional como el empresario se ejercían en forma autoritaria y vertical, ahora se está revirtiendo rápidamente a partir de las conversaciones, observaciones y demandas “responsables” que parten de las personas en general.
Sin darnos cuenta, el ser humano se está colocando en el centro y razón de ser de las cosas, sean públicas o privadas. Su expansión y fortaleza dependerá del rol responsable que cada uno de nosotros esté llamado a asumir.

¡El portador de Tu Marca Personal deberá ser ejemplo coherente y humilde, cualquiera sea el ámbito laboral o profesional en donde se despeñe, tanto en lo que hace como en la forma en que se brinda y relaciona con sus prójimos!
José Podestá

La Imagen Depende de Uno

07 junio 2015 ·

Como individuo portador de un nombre y apellido, el ser humano tiene a su cargo la gran oportunidad de dignificar su Personal Branding a partir de dos preguntas básicas iniciales: quién soy y qué hago. Por supuesto que no todos lo saben o lo tienen en cuenta y quizás, sin medir las consecuencias de ello, ponen en riesgo su propia reputación.

El estigma del descrédito
Las compañías y sus marcas conocen muy bien el problema al que están expuestos cuando un suceso o una gestión de mala praxis los expone, negativamente, ante la opinión pública. La máxima que nos recuerda que “construir una imagen demanda mucho tiempo, pero destruirla segundos”, determina que muchas veces se adopte una actitud conservadora frente a la realidad.

También suele ocurrir que, a veces, el descrédito proviene de terceros –como por ejemplo la competencia– que adoptan una conducta o actitud de mala fe con la finalidad de instalar en el mercado y en la  sociedad una falsedad que termina impactando, negativamente, en la imagen del damnificado. Lo mismo ocurre dentro de la organización toda vez que, por razones de bajeza u otros intereses, se difama contra un empleado o ejecutivo con la finalidad de sacarlo de circulación o bien, forzándolo a que renuncie, así la empresa se evita el pago de la indemnización.
Como podemos ver, los motivos y razones que pueden impactar negativamente en la imagen son diversos, a punto tal que hasta puede llegar a estar condicionados por el nivel de creatividad de los provocadores. La situación se revierte cuando el que pone en riesgo su  imagen y reputación es la propia persona, porque en este caso le cabe una alta dosis de responsabilidad que luego le resultará difícil de justificar y recomponer.

Somos lo que hacemos
Cuando un individuo se propone hacer aquello que considera es su vocación y además siente que ello responde a un mandato interior, irá dejando detrás de su biografía una huella que lo define y caracteriza frente a sus prójimos. Este perfil de persona es muy fácil de reconocer, no sólo por lo bien que lleva a cabo su misión sino también por la pasión y la alegría que irradia hacia el exterior.

Otro rasgo que es característico de este ser es que para nada le interesa lo que los “otros” opinen de él. Es decir, que no es especulador en su accionar ni busca con ello prostituirse en pos de una posición y un salario atractivo. Lo que más le importa y moviliza es darse al prójimo, a partir de su trabajo o profesión.
Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque la huella será perdurable –como la imagen y la reputación– siempre y cuando uno tenga bien en claro “quién soy”  y qué es lo que “me corresponde” hacer en la vida.

Como habíamos mencionado al principio, estas y otras preguntas básicas son el punto de partida para los que desean ocuparse seriamente de su Personal Branding. Sin embargo, para nada funcionará cuando el móvil es pretender “vender” una imagen a la medida de aquellos que nos interesan por razones meramente económicas, especulativas y de reconocimiento social. Entonces ocurrirá que la huella se esfumará rápidamente, por carecer de significado y profundidad.
¡El portador de Tu Marca Personal no perdurará en el tiempo y vivirá en una ilusión si no está persuadido de que la imagen y la huella anidan en él, a la espera de poder manifestarse a partir de cómo se brinde e involucre con sus prójimos!
José Podestá

 

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