Los interesados en desarrollar y posicionar su
Personal Branding, como así también aquellos que no saben nada del tema pero sí
vienen trabajando en su plan de carrera laboral y profesional, tienen por lo
general algo en común: un método y objetivos de alcance temporal.
También se da el caso de personas que, si bien en
apariencia se las percibe como muy informales y desordenadas, suelen alcanzar
sus objetivos de un modo no tan riguroso y a veces antes del tiempo previsto.
Diversidad
en acción
Estos dos “extremos” sirven, en principio, para
darnos cuenta que si de proyecto de vida
se trata, no existe una receta ni tampoco una verdad revelada que nos garantice
el éxito. Por el hecho de ser individuos únicos e irrepetibles, vamos transitando
nuestro devenir de acuerdo a nuestras posibilidades, talentos y prioridades.
Por tanto, y más allá de la “doctrina” que nos ilustra y dice sobre qué cosas
se deben tener en cuenta, es bueno recordarnos
que en la práctica nada de ello se gesta de un modo tan explícito.
Esta diversidad en el abordaje y en la toma de
decisiones, más allá de parecernos algo caótico o incontrolable, nos recuerda
que debemos ser más tolerantes con uno mismo y con los prójimos. Pero cuidado,
porque en absoluto ello supone que en virtud de nuestra individualidad
descuidemos los hitos importantes que cada uno debe concretar en el transitar
de su biografía.
Así como tenemos una misión en la vida –para qué hemos venido al planeta Tierra–
implícitamente tenemos un destino que
alcanzar. El problema de muchos, en este aspecto, es que no lo tienen en claro
o quizás jamás se lo han planteado.
Es así como observamos la presencia de seres humanos
que no están transitando la vida por iniciativa propia. Por lo general, lo
hacen respondiendo a las señales o condicionamientos del contexto. En
consecuencia, sus vidas son un constante devenir funcional de lo que se les
“presentando” desde el mundo exterior.
Más allá de la presencia de otras circunstancias y
casos personales que necesariamente no están contemplados en estos ejemplos, es
a partir de la diversidad de las actitudes, pensamientos y acciones en donde
“todos” nos vamos retroalimentando de las vivencias y las circunstancias de los
demás. Entonces, ello se constituye en un dato cierto de la realidad que, para
nada, debiera ser pasado por el “filtro” del juzgar. ¿Por qué? Porque no
tenemos la autoridad ni el “poder” de calificar, en situaciones normales de
convivencia, los aspectos referidos a la forma, el sentido y el estilo que
nuestro prójimo imprime a su proyecto de vida.
Todo
lleva su tiempo
Si recordamos nuestra evolución a partir del inicio del
proceso de socialización y educación, vemos que todo lo que hemos venido realizando
se fue dando en etapas bien precisas de nuestra vida: la escuela, la
universidad, el trabajo, etc.
Entonces, cuando la persona está en condiciones de
pensar, diseñar e implementar su plan de carrera laboral y profesional, lo
realiza a partir de un estado de conciencia plena. Por supuesto que también
puede recurrir a un especialista en Personal Branding, para que lo asista u
oriente en los aspectos específicos. Si bien el plan contempla un horizonte de
tiempo, no necesariamente implica que éste deba ser absoluto; cada persona lo
alcanzará en función de sus prioridades o
luego de los imprevistos que la vida misma nos va sorprendiendo en nuestro
devenir.
¡El portador de Tu Marca Personal suele tener
un perfil racional o informal en cuanto al enfoque y el logro de su proyecto de
vida, sin que el nivel de calidad de sus actividades se resienta por ello!
José Podestá