Demanda Laboral

14 febrero 2016 ·

Se trate de empleados, profesionales consagrados o egresados universitarios, lo cierto es que no existen puestos suficientes para absorber a todas las personas que necesitan trabajar. De allí que un porcentaje creciente lo viene intentado en la administración pública y los más decididos, en algún emprendimiento.

Esta realidad no es necesariamente actual. En situaciones normales de la economía, tampoco se ha logrado mostrar un índice igual a cero en materia de desocupación.
Otro dato no menor proviene de las personas que son apartadas de sus tareas, una vez alcanzada la edad jubilatoria –incluso aquellos casos que han sido despedidos pocos años antes de alcanzar la jubilación, con el problema social y económico que ello le representa al damnificado. Mientras en el ayer el jubilado se retiraba a su hogar con la satisfacción por lo realizado en la vida –lo sentía como un justo reconocimiento– en el hoy no deja de ser un problema. ¿Por qué? Porque la mayor expectativa de vida y el avance de la ciencia en materia de salud, determinan que una persona recientemente jubilada se encuentra en buenas condiciones de seguir activa en lo suyo; se trate de un empleado, ejecutivo, docente o investigador.

La tecnología suma y resta
La aplicación de la inteligencia humana en nuevas soluciones y herramientas ha permitido avances y mejoras sensibles en todos los campos. Pero también trajo aparejado el replanteo de múltiples actividades que, hasta ese momento, estaban reservadas al trabajo. También es justo señalar que no necesariamente ello condujo a una reducción de la mano de obra –empleados y ejecutivos– pero sí a una reformulación de lo que hasta ahora se venía haciendo. Más aún, hasta fue permitiendo el ingreso de nuevos emprendedores para llevar adelante proyectos diversos que, en otras épocas, no hubiesen sido posible.

Entonces, la tecnología no debe ser vista como “el malo de la película”, sino como un impulso que aspira al desarrollo de la humanidad; prueba de ello son los múltiples avances que luego se registran en muchas áreas.
El individuo, actor y creador

Los cambios que se vienen dando en la realidad nos dicen que también es uno el que debe cambiar.
Sea por nuestros propios medios o por lo que otros nos dicen acerca de la oferta limitada de trabajo, está en cada uno pensar en la búsqueda de una solución. De nada sirve reclamar por ello, porque se trata de un proceso de evolución. De allí que, tal como lo hacen los surfistas en el mar, debemos mantener nuestro equilibrio emocional para buscar o eventualmente crear una fuente de ingresos acorde con la vocación, habilidades y fortalezas de cada uno.

Ello no significa que debamos tener que afrontarlo solos. Seguramente que habrá otras personas, en similar situación y con objetivos prácticamente en línea, como para poder llevarlo a cabo en forma mancomunada.
Quizás algunos sientan que todavía no están preparados para ello, por distintos motivos. Pero si realmente piensan en una solución de cambio –como por ejemplo aquello que siempre han querido concretar– se encontrarán ante un estímulo importante para poder avanzar.

¡El portador de Tu Marca Personal se encuentra generalmente en una situación privilegiada, porque en algún momento decidió ser su propio empleador –Yo SA– para llevar adelante su proyecto de vocación, sea en relación de dependencia o bien como emprendedor!
José Podestá

 

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