El Valor del Personal Branding

28 febrero 2016 ·

Tu nombre y apellido es la marca que te identifica para toda la vida. Por tanto, siempre te acompañará y quedará “cifrada” públicamente en el número que las autoridades han establecido para tus documentos personales: cédula, pasaporte, clave fiscal, etc.

Cuando uno recorre la historia a través de sus manifestaciones –ciencia, arte, empresas, docencia, etc.– nos encontramos con una gran cantidad de personalidades que nos han precedido y gozan de un reconocimiento universal. Esta realidad nos dice que así como el nombre y apellido es nuestra “carta de identidad” frente a los demás, también está llamada a constituirse en Tu Marca Personal. Es lo que ocurrió con Bach, Shakespeare, Einstein, Ford, Disney, la Madre Teresa, Eco, etc.
Qué pasó, realmente

Algo muy básico y fundamental ha ocurrido. Los grandes del ayer no tuvieron necesidad alguna de recurrir a determinadas técnicas ni procesos para construir y desarrollar su Personal Branding. Directamente fueron consecuentes con su misión y vocación de vida, a la que le “inyectaron” pasión, motivación y trabajo. Más aún, no hicieron lo suyo para ganar el reconocimiento póstumo de la humanidad, salvo el caso de algunos especuladores que siempre los hubo, los hay y habrá; de allí que terminen perdiendo su grandeza.
El ejemplo de estas personalidades también nos dice algunas cosas que son dignas de consideración:

- Han puesto sus vidas al servicio de sus respectivas misiones-destinos-sueños.
- Su trabajo ha sido la fuente de ingresos que no en todos los casos les permitió cubrir sus necesidades básicas, pero no por ello se prostituyeron ni comercializaron.

- Fueron más allá de sus posibilidades –en términos de esfuerzo y dedicación– no por una mera satisfacción personal, sino “guidados” por el deseo de brindarse hacia los demás.
Qué enseñanzas puedo capitalizar

Muchos de ustedes seguramente fueron pensando, mientras leían esta columna, que los “recordados del ayer” tuvieron la suerte de no tener que enfrentarse a las crisis y  condicionamientos al que estamos hoy expuestos. Es cierto, pero cuidado, porque la historia también nos ilustra que muchos de estos líderes tuvieron que remar contra la corriente para poder hacer frente a grandes limitaciones, a la falta de recursos y a las estupideces de todos aquellos retrógrados que siempre se han caracterizado en poner palos en las ruedas y oponerse sistemáticamente al progreso y el bienestar de los prójimos.
No obstante hay enseñanzas que convienen tener en cuenta, como ser:

- Posicionar y desarrollar Tu Marca Personal demanda tiempo, constancia, y trabajo.
- Tener en claro la misión, es decir, el para qué vine al planeta Tierra y hacer qué.

- Sentir el impulso que partirá de tu interior para plasmarse, con pasión y vocación, en el trabajo que realizarás en la vida. No se trata entonces de hacer aquello que “dicen” tiene una mejor “salida laboral-profesional” o son los “mejor pagos”, sino lo que realmente “tu” sientes desde la intimidad de tu ser debes llevar a cabo. Después, si ello te permitirá mayores ingresos y bienestar, estupendo, pero nunca partiendo al revés.
- Descartar la opinión de los “otros”, especialmente cuando intentan apartarte de “tu” camino, dado que se trata de “tu” vida que has de honrar, haciendo y brindando un servicio-beneficio para los demás. Muchas veces y sin darse cuenta, hasta los padres “pecan” por darle lo mejor a sus hijos, tratando de apartarlos de un modo egoísta de aquella vocación que para nada “creen” que será lo mejor en sus vidas.

Entonces,…
¡En la medida en que seas consecuente con tu misión, no sólo llegarás a ser un digno portador de Tu Marca Personal sino un ser que sabe muy bien que lo tuyo es lo que los demás estaban esperando de ti!
José Podestá

 

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