Sin Jefes

25 diciembre 2016 ·

Uno de los reclamos que últimamente ha crecido en cantidad e intensidad, tiene que ver con el malestar que suelen padecer en la organización aquellas personas que dependen de un superior que no está a la altura de las circunstancias, ya sea porque no está preparado técnicamente para el puesto, no tiene dotes de liderazgo o porque posee un carácter y un trato no sólo tóxico, sino también irrespetuoso con la gente.

A pesar que el responsable “aparente” de tal irregularidad es el supervisor aludido, el origen de ello lo vamos a encontrar, en definitiva, en la misma organización que lo “apaña” por diversos motivos que no son para nada justificables, por más que la misma pretenda afirmar diciendo que se trata de supervisores o ejecutivos muy “leales y de confianza”; en realidad son “acosadores”, no necesariamente sexuales, pero sí en contra de la dignidad y el respeto que se merecen sus prójimos.

Si bien en el ayer el empleado era más permeable a la tolerancia del maltrato, felizmente ya no ocurre lo mismo en el hoy. ¡Enhorabuena! Al respecto, no debemos de olvidar que una organización, empresa o comercio es, en definitiva, una comunidad de seres humanos.

Lejos de esta problemática, en los últimos años se ha venido hablando y dando la posibilidad de llevar adelante un emprendimiento o la reformulación de una organización, a partir de lo que denomino mangement lateral, es decir, sin la necesidad de tener que contar con cuadros jerárquicos. Tal motivación no deja de ser muy interesante, especialmente por el desafío de creatividad, integración y compromisos mutuos que les demanda a las personas que son parte activa de esta modalidad.

El caso Vincit

Vincit es una compañía finlandesa que opera en el mercado del software, con una nómina de más de trescientos empleados. Allí no existen los jefes, los horarios, los turnos de trabajo ni la obligatoriedad de permanecer semanalmente en la oficina, las cuarenta horas laborales.

¿Saben entonces cuál es el requisito de Vincit? ¡Trabajar! Y parece que no están “locos” ni les va nada mal. En el año 2016 ha sido elegida como el mejor lugar para trabar en Europa, según el instituto "Great Place to Work"; además, en los últimos tres años consecutivos fue destacada como el mejor lugar donde trabajar en Finlandia. Este mérito no es poca cosa, máxime si se tiene en cuenta que la empresa data del año 2007; su fundador Mikk Kuitunen contaba, en ese momento, con veintiséis años de edad.

Mientras las empresas en Estados Unidos invierten anualmente tres billones de dólares en la gestión y la organización de quipos, en Vincit se sacaron de encima los obstáculos de la gestión para centrarse, directamente, en la persona. Al respecto, en más de una oportunidad  he destacado que para alcanzar la excelencia y la sustentabilidad es necesario:

- Colocar al empleado en el centro de la organización.

- Contar con una dotación “completa” de empleados de calidad, es decir, expertos en lo que saben hacer y con alta predisposición hacia la empatía con sus compañeros.

- Asignar a la persona el sueldo que corresponde por lo que realmente es, no por lo establecido en la descripción “genérica” del puesto, en base a estadísticas del mercado o de la paga que aplica el “competidor”.

Para ingresar en este paradigma, las compañías y las reparticiones públicas deben “darse cuenta” que el hoy demanda realizar un giro de ciento ochenta grados para dejar de ser una organización pesada, burocrática y mediocre, es decir, con poco futuro.

Por el contrario, la libertad responsablemente entendida y asumida por el empleado deriva, prácticamente, en una mayor motivación y predisposición hacia el trabajo. Aquí estamos, como pueden ver, en las antípodas del “jefe” que “cree” que debe controlar y dirigir a su “rebaño”.

En el caso de Vincit, a la fecha nunca ha tenido que despedir a nadie, lo que da una idea de la calidad de las personas que son parte del proyecto. Por supuesto que tampoco “retiene” al que desea continuar con su plan de carrera laboral y profesional en otro ámbito. En tal sentido, también he reiterado que al empleado de calidad no se lo retiene, por tratarse de una persona que tiene bien en claro sus objetivos en la vida; se “mueve” a partir de su misión y de la vocación que caracteriza a su trabajo-profesión.

Por supuesto que Vincit no está exenta de que surjan algunos “cortocircuitos” entre sus empleados, porque felizmente son seres humanos, no robots. Frente a ello la empresa se ocupa de la solución. ¿Cómo? Promoviendo el diálogo para su pronta restauración.

Este caso es uno más de los que se vienen sumando a la realidad de las circunstancias. Es muy “ejemplificador”, porque nos dice y nos “muestra” que para abordar el cambio hay que olvidarse de las exitosas reglas de oro del management del ayer, por el simple hecho que ya no funcionan.

¡El portador de Tu Marca Personal es básicamente un ser autónomo que sabe muy bien lo que debe hacer en la vida, no porque se considere un “iluminado” sino porque tiene bien en claro su misión, visión y la vocación elegida!

José Podestá

 

© Tu Marca Personal - Todos los derechos reservados. Se permite la difusión del contenido únicamente citando la fuente.