Se trate de un trabajador en relación de
dependencia, profesional o emprendedor, básicamente ya no basta contar con
aptitudes técnicas en lo suyo. Más aún, se asume que hoy es lo que debe tener
incorporada la persona independientemente del cargo o responsabilidad asumida.
Sin embargo, reitero que ya no basta. ¿Por qué? Porque debido a la aceleración
del cambio al que todos estamos expuestos y de los conflictos u obstáculos que
surgen a diario, son otras las
capacidades y habilidades que pasan a tener mayor relevancia; de ello tampoco
está exento el Personal Branding.
Si bien toda organización dispone de un conjunto de
normas y procedimientos que regulan las actividades en general, y las
relaciones entre las personas en particular, tampoco hoy es suficiente “ampararse”
en las mismas. Los sucesos provenientes del mundo exterior, por su forma de
irrupción o complejidad no siempre se encuentran o llegan a estar previstos en
la reglamentación interna. De allí que “sobre la marcha” la organización
necesita que las personas obren en consecuencia.
Ayudar
a ser mejores
En el ayer no sólo bastaba con la habilidad técnica,
sino que por el solo hecho de haber sido nombrado en un cargo jerárquico, ya
era condición suficiente para que los subordinados aceptaran y validaran a esa
persona en su nuevo rol. También podía llegar a suceder que el nuevo jefe no
contara con las adecuadas capacidades técnicas –hasta pasa con los políticos– o
tuviese un pésimo carácter. Igual era o debían ser aceptados, más no sea por la
envestidura que representaban.
Por suerte los tiempos han sido propicios para que
el ejemplo relatado pasara a ser una mera cosa del pasado, aunque todavía
alguno de ustedes sepa de la existencia de algo parecido en el ámbito en el que
acostumbra frecuentar.
Hoy en día lo esperado es que no sólo se hagan bien
las cosas, sino que además las personas sepan interactuar en el nuevo modelo
organizacional. ¿Esto qué significa?: Saber “moverse”, no tanto dentro de las
estructuras pero sí en las redes integradas por un crisol de personas
heterogéneas.
Por más que uno se desempeñe laboral o
profesionalmente en el país, igual se está expuesto a relacionarse e integrarse
en grupos o comunidades de personas de distintas culturas, con el beneficio que
ello luego tiene para el crecimiento y el desarrollo personal.
Para aquellos que tienen una responsabilidad
jerárquica, el cargo pasó a ser, además de una necesaria instancia de
supervisión, una posición que está expuesta a la validación o el rechazo
explícito por parte de sus subordinados y equipos. Es por ello que ya no basta
con las aptitudes técnicas y la supervisión de objetivos, sino el saber
“liderar”. ¿Cómo? Demostrando un sólido dominio en las “habilidades blandas” y
en materia de adaptación continua; nada de ello proviene de la universidad,
sino que deben ser “aprehendidas” a lo largo del desarrollo laboral y
profesional.
De lo que se trata, concretamente, es que el “jefe”
posea sensibilidad emocional –con
todo lo que ello implica– para ayudar a
ser mejores personas.
Como se podrán imaginar, se trata de un estupendo
desafío para todos aquellos directivos, ejecutivos y profesionales que tienen
personas a su cargo. Ello no sólo suma en la reputación del portador de Tu
Marca Personal, sino que de un modo explícito queda expuesto frente a
la comunidad. ¿De qué manera? Por ejemplo, a través de la plataforma “Love Mondays”, en donde los empleados
publican no sólo sus expresiones y logros con empresas, sino que describen los
aspectos positivos-negativos que destacan de los jefes.
Entonces, para toda aquella persona o profesional
que aspira en su plan de carrera ir ocupando distintas posiciones en la vida,
tendrá necesariamente que ir ganando “expertise”
relacional, sabiendo que su prójimo también espera de su apoyo para el
crecimiento profesional, saber interesarse por él –porque es una persona, no un
objeto-recurso humano– apertura y receptividad para “escuchar” propuestas de mejoras, importarle el buen clima laboral
que excluya la impronta “tóxica”, etc. Todas estas cosas dejaron de estar
“ancladas” en el área de las personas, para estar bajo la responsabilidad y
ejecución del respectivo supervisor, por ser éste el interlocutor referencial y
natural de las personas a su cargo, las que incluso esperan de él que pueda
llegar a ser las veces de un verdadero coach.
Management horizontal
Lo mencionado no implica que el área de las personas
ya no se ocupe de ello, sino que además deberá estar muy atenta acerca de cómo
gestionan el liderazgo el personal jerárquico, para eventualmente poder brindarles
el soporte adecuado en tiempo y forma.
De allí que los millennials
conciban el trabajo de una manera muy distinta a la de sus predecesores, y que
sólo admitan un estilo de management
más horizontal y menos expuesto a jerarquías sin sentido. Además, es una
generación que entiende que desarrollarse a nivel personal resulta tan
importante como crecer profesionalmente. De allí que sólo valoren a sus líderes
por lo que demuestran ser.
¡El portador de Tu Marca Personal se ha ido
preparando, a lo largo de su desarrollo y del proyecto laboral-profesional,
para darse cuenta y entender qué mueve hoy a las personas en el quehacer
diario, qué esperan de él como líder y en qué medida han de sentirse valorados
y respetados como prójimos!
José
Podestá