El punto de partida del proceso para la construcción
del Personal Branding se focaliza en dos preguntas secuenciales clave:
- ¿Quién soy?
- ¿Cuál es mi misión en la vida?
Ambos interrogantes existenciales no se limitan
exclusivamente al Personal Branding. Son preguntas fundamentales que siempre
están a la espera de respuesta, aunque no seamos muy conscientes de ello, en el
momento de pensar en un emprendimiento, una carrera laboral-universitaria, un
oficio, etc. En la práctica, es una minoría la que se ocupa de ello,
seguramente porque aspiran a que no sea la vida la que les “imponga” lo que
deben ser y hacer.
La actitud pasiva y expectante que asume la mayoría
tal vez sea fruto del desconocimiento acerca del por qué y el para qué uno está
aquí. También influye, desde lo cultural, la ausencia del pensar acerca de uno
mismo. Quizás se lo vea como algo que es más propio y reservado para los
filósofos, dado que son seres que siempre se preguntan y cuestionan las cosas.
Pero lo cierto y concreto es que se trata de “nuestra” vida, que debemos
asumirla y darle un sentido, y no al revés.
Una prueba manifiesta del bloqueo para pensar y resolver lo que debemos hacer lo vemos en los
jóvenes, especialmente cuando les llega el momento
de decisión para realizar una actividad en la vida –músico, cocinero, artesano,
trabajador social, ejecutivo, etc.– o una profesión. Nuevamente aquí se
presentan los dos interrogantes ya mencionados.
Entonces, no son pocos los que inician su andar por
la vida sin tener resuelta su vocación,
como punto de partida. Que a fulano o a mengano le haya ido “económicamente”
bien con lo que oportunamente eligieron, no es garantía de nada. ¿Por qué?
Porque somos individuos con aptitudes específicas, con valores, con
motivaciones y con un destino que debemos tener muy en claro para validar nuestra
misión.
Llegado el momento, que los padres orienten y
señalen las oportunidades a sus hijos, es una cosa. Pero que los presionen
“psicológicamente” para que el hijo “elija” tal actividad o profesión –por
ejemplo, el caso de la hija bailarina de danza clásica o del hijo doctor– no es
un “acto de amor”: sencillamente, es un disparate que está anclado en una
actitud paterna egoísta y manipuladora. Todo ello sirve, entonces, para darnos
cuenta que uno no vino a la vida para que alguien le imponga lo que debe hacer.
Tal decisión es personal, única e intransferible; de allí el motivo y razón de
ser de ambas preguntas.
Las
profesiones recurrentes
Así como las profesiones del ayer tuvieron su razón
de ser, no significa que sean garantía de éxito futuro, más allá de que se continúe
necesitando de excelentes médicos, abogados, arquitectos, agrónomos, etc. Pero
no hay razón alguna para que en el hoy, tal como lo muestra la estadística,
existan legiones de jóvenes que mayoritariamente elijen una carrera sin
criterio, o lo que es peor, sin vocación.
Los forjadores, soñadores e innovadores del mañana
se deberán formar en el presente. Ello implica tener que orientar y plasmar su vocación hacia aquellos emprendimientos
o estudios que les permitan llegar a ser los nuevos gestores del cambio. Al
respecto, la humanidad está aguardando y demandando nuevas soluciones en
múltiples campos, como ser: energía, seguridad alimentaria, salud pública,
rendimientos de cultivos, sustentabilidad, inclusión social, etc.
Nada de ello podrán capitalizar ni brindar las
carreras tradicionales, porque no fueron pensadas para la problemática y las
necesidades del hoy y de los próximos años. De allí que se vislumbren nuevas y
radicales oportunidades-desafíos, para contextos cada vez más cambiantes y
complejos.
Darse
cuenta
Al tener en claro la misión y la vocación que
brinden sentido a la vida, el ser
humano pasa a tener cada vez más un rol autónomo y social. Los aportes, las
mejoras y los eventuales cambios que surjan de su trabajo lo irán posicionando
como un referente, siendo su Personal Branding una consecuencia natural del
valor por lo realizado y brindado a sus prójimos y la comunidad.
¡El portador de Tu Marca Personal es un líder
y un potencial agente anticipador del cambio, que se ocupa para que sus obras tengan
un sentido para los demás y para su vida!
José
Podestá