La expresión trabajo
tóxico remite a aquella tarea o al eventual proyecto laboral-profesional que
para el empleado carece de sentido. Ello puede darse tanto al ingreso en una
organización como así también por una promoción interna que no fue lo que la
persona imaginó o le hicieron creer. Como podemos ver, es algo al cual uno
puede quedar expuesto por razones ajenas a su voluntad.
Qué
conviene hacer
Si bien este tipo de situación suele ser más
frecuente de lo que uno se imagina, los motivos que la originan pueden ser
diversos. Mientras en el ayer se trataba de “convencer” al empleado para que
acepte la situación hasta tanto se presente una oportunidad de cambio, hoy
puede llegar a convertirse en un reclamo hasta de tipo legal. ¿Por qué? Porque
el “poder” de las organizaciones ya no es más el que supieron tener; los
empleados han pasado a detentar gran parte de ese poder, aunque muchos aún no
se hayan dado cuenta de ello.
La expresión “toxico” es más frecuente escucharla o
eventualmente “padecerla” en aquellos ambientes laborales en donde impera un clima
muy negativo o agresivo, ya sea entre el jefe y sus subordinados o bien
directamente de éstos entre sí. Pero en esta oportunidad no es éste el sentido
dado, sino el que tiene que ver con las características intrínsecas de la tarea
asignada.
Entonces, frente al problema la solución está en
plantearla directamente ante el superior inmediato. Pero no como un “reclamo”
–aunque esté plenamente justificado– sino con el plus de un valor agregado, como ser:
- Enunciando las “mejoras” en la tarea o el proyecto
que el damnificado considere son más convenientes para el sector y
eventualmente para la organización.
- Fundamentando el motivo del cambio y el impacto
que ello tendrá en su plan de carrera laboral.
- Justificando el nuevo rol que le demandará al
portador de dicha propuesta.
Quizás alguno de ustedes piense que lo mencionado es
muy “osado” para la empresa en donde trabaja –aunque se trate de una PyMe– o
bien porque “culturalmente” no están preparados para ello. Si bien tiene
sentido este tipo de pensar, no debemos olvidar que en materia de trabajo en
relación de dependencia, el empleado que aspira alcanzar el objetivo de su plan
de carrera laboral-profesional, no debería omitir dos cuestiones claves:
- Es cierto que trabaja en esa empresa. Pero atento
a su misión y vocación, se encuentra mentalizado
para asumir el rol de Yo SA, es decir, tal como si fuera el prestador de un
“servicio laboral-profesional de calidad”.
- En la medida que el trabajo-experiencia en la empresa
tenga sentido –tanto en su vida como para su vocación– le importará llevar a cabo esa tarea o proyecto, aunque
sepa que por el momento las circunstancias no sean las más favorables. Sin
embargo, esa aparente dificultad no dejará de ser también un desafío frente a
las circunstancias que lo han llevado a tener que “estar allí”.
Otro escenario distinto es cuando al empleado se le
presenta una realidad que no tiene fundamento ni razón para poder llegar a
revertirla. A esa instancia se llega luego de haber analizado los pros y los
contras de permanecer allí, versus el plan de carrera o proyecto personal. Lo que
se impone en ese caso es, sin dudas, partir hacia un destino más acorde con el
objetivo personal.
Gestionando
la vida
Por lo general, el ser humano tiende a condicionarse
a lo que los “otros” decidan por él. Esto les pasa a todas aquellas personas
que así lo prefieren. Pero como no todos somos iguales, en la medida en que las
personas son conscientes que en la vida deben concretar una misión –aquella por la cual han venido
al planeta Tierra– van asumiendo un rol proactivo y acorde con el destino que los ha traído por aquí. Para
ello, no se necesita ser un profesional o un portador de Personal Branding,
sino un ser que toma consciencia de su existencia y por ello se propone “escuchar”
a su voz interior, para poder así darse cuenta de la misión que deberá llevar a cabo.
¡El portador de Tu Marca Personal jamás podrá
alcanzar su plenitud integral –aunque logre capitalizar poder y una gran
fortuna– si lo que hace en la vida no tiene un sentido vinculante, tanto con su
misión y vocación como con el servicio que está predispuesto a brindar a sus
prójimos!
José
Podestá