Sedentarismo Mental

04 febrero 2018 ·

Si bien los personal training insisten en que el sedentarismo es la antesala de la “muerte silenciosa” –los médicos, por su parte, lo asocian directamente con la presión arterial– también es cierto que el sedentarismo mental hace de las suyas. ¿En qué sentido? Restándole a la persona de la energía necesaria para ser justamente eso: ¡Persona!

Los dependientes consuetudinarios

Hay seres humanos que nos les gusta para nada el tener que ser proactivos en lo laboral-profesional. Siempre están pendientes a que las cosas “sucedan”, para luego obrar en consecuencia. Con ello “creen” que se reducen las posibilidades del error, sin darse cuenta que muchas veces no sólo aprendemos de los otros, sino también de nuestros propios errores; el inventor lo tiene muy bien asumido.

En este deseo de no querer afrontar las dificultades que debieran ser vivenciadas como algo normal para la vida humana, están implícitas una serie de limitantes que si bien parten de lo anímico, terminan luego cercenando la voluntad.

Para aquellos que hasta sienten “pánico” por tener que ser los que inicialmente deben hacer las cosas, es útil que se concentren en observar a los niños que han comenzado a “caminar”.  Seguramente que podrán llegar a descubrir que este desafío-conquista –poder pararse con los pies sobre el planeta Tierra para comenzar a caminar en la vida– es un “primer paso” contra el sedentarismo y la dependencia.

Nos guste o no, estamos aquí para hacer aquello que traemos en nuestro ADN, es decir, en nuestra misión. Se trata de algo que, en definitiva, no podemos transferir ni renunciar, motivo por el cual no podemos hacernos los distraídos ni muchos menos los “sedentarios”.

Entonces uno podrá preguntarse ¿por qué existen los sedentarios? O bien llegar a darnos cuenta en este momento y cuestionarnos ¿por qué soy un sedentario? La respuesta está en cada uno de nosotros, justamente porque anida en la biografía personal –en donde impactan los sucesos del mundo exterior– y en la predisposición que tengamos para mantener una “conversación” con nuestro “doble”, es decir, con nuestro ser interior. Por tanto, los motivos y razones deben ser tratados y asumidos por el ser humano y en otros casos –cuando existan cuestiones profundas que no están a nuestro alcance– las deberemos consultar al terapeuta de confianza.

De lo que se trata es de tomar consciencia de ello e intentar salir de ese estado “patológico,” en el momento oportuno. Justamente por los motivos que manifestamos anteriormente: tenemos una misión en la vida, de la que deberemos rendir “cuentas”, porque en ese momento las “excusas” por sedentarismo mental no van a ser aceptadas.

Piensen por un momento en todos aquellos que, por ejemplo, son no videntes de nacimiento o han sufrido alguna enfermedad o accidente que los imposibilita moverse con autonomía en la vida. Sin embargo, esto no invalida para que muchos de ellos realicen sus estudios universitarios o se destaquen incluso en algún deporte o actividad, a pesar de su severa discapacidad.

El opuesto no es la respuesta

Para nada significa que de lo expresado hasta el momento uno deba inferir que se debe ser   hiperactivo. No se trata de vivir en ninguno de los extremos, sino en ser plenamente conscientes del papel o rol que los “otros” esperan o “necesitan” de uno.

Tampoco significa llegar a desvivirse por pretender ser un superhéroe o un “salvador” de la humanidad, sino en hacer más bien aquello que uno haya decidido llevar a cabo como vocación.

Personal Branding básico

Quizás conozcan a Roger Federer y su ejemplar trayectoria como tenista profesional –lograda en base a perseverancia, tenacidad y pasión– y como ser humano que se viene ocupando de los otros, con bajo perfil. Se trata de un ejemplo que es útil tener en cuenta, porque para la construcción de su Personal Branding, Federer no ha recurrido a “golpes bajos” ni a recursos efectistas, justamente porque todo ello no coincide con su forma de ser.

Por supuesto que Federer no es ejemplo de sedentarismo físico ni mental. Simplemente lo menciono porque, a pesar de ser una “celebridad” en lo suyo, sabe muy bien que la percepción que la gente tiene de él parte de sus capacidades integrales. En tal sentido, así como el sedentarismo “resta” para todos aquellos que aspiran al posicionamiento de su nombre y apellido, tampoco es viable para los que pretenden llegar cruzando diagonales o buscando impactos carentes de credibilidad.

Los que carecen de alguna cualidad física, como los ejemplos ya mencionados, pero no por ello especulan con el sedentarismo ni la dependencia, terminan siendo también dignos representantes del Personal Branding –sorprendiendo como lo hace Federer– porque con esfuerzo y humildad son capaces de hacer bien lo suyo, sin necesidad de ningún tipo de especulación.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe que no puede optar por sedentarismo alguno, por la sencilla razón de no poder llegar a “articularse” de esa manera con el sentido de su vida!

José Podestá

 

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