Más Que Impacto, Huella

03 junio 2018 ·


Toda trayectoria va dejando una señal en el camino. Le sucede al ser humano pero también a las cosas; un barco que surca los mares, un avión que vemos en el cielo, una carreta en tiempos de nuestros antepasados.

Creemos en lo que vemos

En la presente sociedad regida por las imágenes, tenemos la tendencia a creer en la evidencia de lo que perciben nuestros ojos. De allí el conocido eslogan: “Las apariencias cuentan”. Pero... ¡cuidado! No es tan así, porque a lo que vemos le estamos agregando –sin darnos cuenta– los pensamientos y los preconceptos que tenemos de ello. Con lo cual estamos siempre ante una realidad a “medias”. Aquí vale entones el refrán que nos advierte acerca del engaño de las apariencias.

Si dudamos de ello, aquí van unos ejemplos:

- Una camarera excesivamente maquillada en un bar localizado en un suburbio.

- Un plomero o fontanero que se presenta a trabajar con un traje de Armani.

- Un médico cirujano que ingresa en el hospital con un “look” punk.

Si bien son ejemplos bien desopilantes, muchas veces nos encontramos con personas –incluso en las selectoras de empleos– que brindan de entrada una apariencia de “rechazo”, con lo cual no logran satisfacer las expectativas visuales.

En el otro extremo podemos encontrarnos con personas que son realmente brillantes, pero que sin embargo no logran ser exitosas en su carrera. Lo que muchas de estas personas suelen tener en común es que no han comprendido el grado en el cual su estilo personal es un factor determinante de su valor percibido –no necesariamente su valor real– sea en la organización en donde se desempeñan o en su ámbito profesional. Concretamente, han omitido hacer visible sus valores profesionales a través de su estilo personal; irradian un Personal Branding “subdesarrollado”.

Si este fuera tu caso, además de ser competente en lo que haces, debes también ocuparte de la “calidad” de la huella o marca que vas dejando en tu obrar.

No se trata de “marketing aplicado”

En la mayoría de los libros que se ocupan del Personal Branding –incluso a nivel de especialistas y consultores– existe la “obsesión” de trasladar o replicar algunas de las variables del “marketing mix” en quienes están interesados en el posicionamiento y el desarrollo de Tu Marca Personal.

Si eres un lector frecuente de este blog, habrás descubierto que no es nuestro caso. ¿Por qué? Porque como individuos únicos e irrepetibles, estamos sujetos a “condicionamientos” que tienen que ver con la misión y el destino asociados a nuestra existencia y biografía, motivo por el cual no se trata de “pintar y copiar” sobre la persona algunas de las herramientas que han sido desarrolladas para la comercialización de bienes y servicios.

Todo ser humano debiera tener un proyecto vinculado con el qué y el para qué está en la Tierra; la aludida misión. Esto es lo primero que uno debe preguntarse y responder con total sinceridad, porque nos permitirá tener en claro que no todos debemos ser, por ejemplo, un héroe mediático, un súper millonario o un profesional “estrella”. Quizás lo concreto es que deba ser una persona de bajo perfil que lleva adelante un oficio, con profunda dedicación y entrega.

Esto ya nos dice también que el Personal Branding no es un “don” exclusivo y reservado para la gente famosa que hoy podemos ver en nuestro derredor. También vale para todos aquellos que, aparentemente, no son tan “exitosos” pero que, sin embargo, están dejando una huella significativa en beneficio de sus prójimos.

Como puedes ver, aquí no hay marketing alguno, sino un compromiso de entrega en aquello a lo que cada uno ha sido llamado. No hay impacto ni sorpresa “planificada”, tal como un marketer logra al implementar y capitalizar una campaña publicitaria acorde con el target o público objetivo.

Tampoco necesitas trabajar la “visibilidad” de tu persona, porque lo que construye el Personal Branding en el tiempo no es el impacto, sino la “huella que vas dejando en la percepción de tus pares, en la comunidad y llegado el momento, en la historia. Al respecto, ninguno de los seres humanos que recordamos por sus aportes lo hicieron a través del marketing –simplemente porque no existía– sino gracias a la vocación, a la entrega y el coraje que caracterizó el obrar en sus vidas.

¡El portador de Tu Marca Personal es un entusiasta del proyecto que diariamente lleva a cabo, porque responde al sentir que anida, emana y vibra desde su ser interior!
José Podestá

 

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