La Reputación de Marca

10 junio 2012 ·

En el ámbito de las relaciones públicas el término reputación vincula y alude con la buena imagen institucional o corporativa que posee la empresa; en marketing, refiere a la marca de los productos-servicios. Pero también importa, cada vez más en lo individual, es decir, en el Personal Branding.

Puede ocurrir o darse que en la empresa un empleado o ejecutivo quede expuesto y vinculado ante una delicada situación por un suceso que tomó estado público. Tiempo más tarde, cuando esta persona tiene la posibilidad de continuar su desarrollo profesional en otra empresa, “descubre” que no podrá lograr su objetivo. ¿La razón? Su actuación en el pasado ahora lo delata y expone como una persona que no supo hacerse valer frente a algo que por ética e irresponsabilidad la nueva empresa no está dispuesta a validar.

¿Qué nos dice esta circunstancia?

Cuando uno trabaja en relación de dependencia, generalmente se piensa que las conductas derivadas de hechos no éticos en los que a veces incurren o se ven afectadas las empresas por directivos inescrupulosos, es un asunto ajeno al empleado. Pero nos olvidamos que son los empleados los que constituyen y da vida una organización; hacen a su razón de ser.

Los procederes no éticos en la empresa –corrupción, vaciamiento, etc.– son llevados a cabo por personas que, en un determinado momento, se “organizan” para tal fin. Como tales sucesos, tarde o temprano son descubiertos, inmediatamente la empresa actuará en consecuencia para preservar su futuro y reputación. Si algún empleado se ha visto indirectamente involucrado en tal ilícito, y es consciente de ello, deberá hacerlo saber a la máxima autoridad para preservar así su propia reputación.

Hacerlo es muy importante, sobretodo por las secuelas que a futuro pudieran impactar en esa persona y en su carrera laboral-profesional. Por más que éste brinde las explicaciones del caso, seguramente que se encontrará en una posición incómoda cuando algún directivo de la nueva empresa, a la que aspira ingresar le pregunte, durante el proceso de selección, qué es lo que hizo frente a los sucesos ilícitos.

No haber hecho nada es lo mismo que el silencio que suelen asumir las organizaciones cuando son sorprendidas por algún suceso o crisis. Al respecto se piensa, casi ingenuamente, que pronto la gente se olvidará de lo ocurrido y con ello la empresa siente que así se evitó de tener que decir o justificar algo frente a la sociedad o a sus stakeholders.

El primer beneficiario de la reputación es la marca

Insistimos en la actitud proactiva que debe asumir un empleado-ejecutivo, frente a las situaciones ilícitas, por el alto riesgo de luego quedar involucrado en la situación. De lo que se trata es de tomar plena consciencia de nunca quedarse callado por las consecuencias negativas que luego terminarán afectando el futuro desarrollo de la carrera laboral-profesional.

Además, denunciar lo que está mal o incorrecto habla muy bien del sentido de responsabilidad ética de la persona y muy mal de la responsabilidad social de la empresa.

Si bien la primera en acusar el impacto negativo es la empresa, en la actualidad ello termina también proyectándose en todas aquellas personas que, directa e indirectamente, se han visto involucradas en el suceso.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe muy bien del esfuerzo que demanda desarrollarse y posicionarse como tal. Es por ello que no puede ni debe guardar silencio ante un ilícito, porque luego la empresa no hará nada para salvaguardar su reputación!

José Podestá

 

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