De los
procesos rigurosos y formales del ayer se viene avanzando, en los últimos años,
en la incorporación del juego en el ámbito laboral. Esta tendencia ya tiene no
sólo nombre sino también hasta un congreso mundial que se ocupa, literalmente,
de la práctica de la gamificación.
Si bien
hace bastante tiempo que el juego se lo viene utilizando a través de técnicas
de aprendizaje, como el legendario role-playing
y los juegos de empresas, la aparición del videojuego terminó por consolidar la
irrupción de la gamificación.
En forma
aislada y dentro del ámbito público, hay empresas que vienen exitosamente
incorporando lo lúdico como una solución para potenciar sus objetivos. Por
ejemplo:
- La automotriz Wolkswagen
se propuso combatir el sedentarismo en Alemania. Para ello estimuló el uso de
la escalera fija en lugar de la mecánica, convirtiendo sus escalones en
“verdaderas” teclas de piano. Así, a medida que uno va subiendo los escalones
éstos producen distintos tipos de sonidos, pudiéndose hasta construir una
composición musical si uno está en ánimo para combinarlo adecuadamente.
- Otro caso
interesante está centrado en estimular el uso de los papeleros públicos. A tal
fin una empresa ideó un sistema de sonido que imita la caída de cualquier objeto
en una profundidad de cientos de metros. Tal “estruendo” convirtió este aporte
tecnológico en una experiencia divertida pero, además, estimuló el objetivo o
finalidad perseguida.
Todos
sabemos que en el ámbito laboral existen tareas muy o bastante rutinarias, lo
que produce en los trabajadores un estado de aburrimiento e insatisfacción por
lo que les tocó en suerte hacer. Por tanto, más allá de juzgar o subestimar la gamificación, de la mano de la
tecnología y la creatividad aplicada a procesos, podría también darse una solución a la optimización del trabajo,
especialmente los de bajo valor.
Desde ya
que no se trata aquí de incorporar una mesa de metegol, de ping-pong u otros
entretenimientos, porque éstos son básicamente extra laborales. Pero sí de
hacer más gratificante y divertida la tarea que se lleva diariamente a cabo,
permitiendo ello la generación de un clima-motivación más relajado. El
resultado, si se lo sabe correctamente gestionar, sería desde el empleado la
generación de una predisposición más adecuada en general y en el aporte de
ideas y sugerencias, en particular.
Si bien hay
quienes se divierten con lo que hacen –por lo general son los
empleados-ejecutivos automotivados o que están en el desarrollo del Personal
Branding– no ocurre lo mismo con la gran
mayoría del plantel. Y si alguien tiene dudas de ello, lo invito a que eche una
mirada en los diversos sectores o áreas de la empresa; seguramente que se
sorprenderá.
Además, el
aburrimiento en el ámbito laboral trae aparejado un efecto contagio o de
réplica en cascada, con todo lo que ello implica, llegando hasta el deterioro en
casos extremos.
Un área
clásica de “aburrimiento” es la de facturación. Es por ello que la empresa SAP AG
decidió convertirla en juego. Por la trayectoria y experiencia que tiene esta
empresa alemana en el campo de las soluciones de procesos y gestión, no deja de
ser meritoria la decisión tomada.
Para
aquellos que piensan que la gamificación
se trata de un disparate soberano, sería muy aconsejable que sigan de cerca los
avances que se están dando en el mundo. No sea que luego, y en forma reactiva,
se decidan hasta utilizarlo como un factor de retención del personal.
¡El
portador de Tu Marca Personal va avanzando en su carrera laboral-profesional
con imaginación y disfrute, por lo qué hace y cómo lo hace, involucrándose
también en las oportunidades emocionales del juego!
José Podestá