Los 5 Pasos del Éxito Ilusorio

27 diciembre 2009 ·

Las 5 llaves, soluciones, caminos, razones,... y todo otro calificativo que a menudo ilustran las tapas de libros, noticias, sitios e incluso algunos blogs, por lo general, no dejan de ser vagas expresiones para atrapar al lector incauto. ¿Desde cuándo un emprendimiento o proceso de innovación es algo tan fácil y simple de lograr? Y si así lo fuera, ¿por qué el planeta Tierra no es un ejemplo cabal de armonía, justicia, amor, paz y prosperidad para todos? Seguramente la mayoría de ustedes coincidirán conmigo que no lo es porque sus habitantes desean que el planeta Tierra no se convierta en la “envidia del universo.”

Desde que comenzamos a tener uso de razón nos hemos ido dando cuenta que la escuela, el trabajo, la práctica-ejecución de un instrumento musical, la investigación, etc., es algo que requiere del esfuerzo, perseverancia y dedicación personal. ¡Enhorabuena que así sea! Porque en dicho camino-proceso vamos creciendo en conocimientos, experiencia, habilidades, desarrollando algunos talentos y hasta ampliando nuestro nivel de conciencia. Lo opuesto a ello, por tanto, nos transformaría en seres parásitos y desmotivados, pero quizás muy exigentes y ansiosos ante el deseo de alcanzar nuestros sueños de un modo rápido, mágico y sin esfuerzo alguno. Y aunque parezca mentira, existen seres humanos que justamente eso es lo que les gustaría poder hacer.

Todo esto viene muy bien tenerlo en cuenta cuando nos referimos al proceso de gestación, posicionamiento y desarrollo de Tu Marca Personal. ¿Por qué? Porque tiene nada menos que ver con el signo-identidad que hemos decidido que nos acompañe a lo largo de nuestra vida laboral, profesional y social.

Los que ya se han informado acerca de qué es e implica el Personal Branding, saben muy bien que se trata de un trabajo-tarea personal que podrá llegar a ser exitoso siempre y cuando se tengan en cuenta algunas premisas, como ser:

1. El descubrimiento interior.
El único que decide llevar adelante el proceso de Tu Marca Personal es uno mismo. Hasta que no se despierte en nosotros este “darse cuenta,” el Personal Branding carecerá de realismo, importancia y valor.

2. Tiempo, esfuerzo y perseverancia.
Si alguien tuvo la suerte de ganarse el 1er. premio de la lotería de Navidad o heredar una fabulosa herencia, no habrá adquirido por ello y en automático Tu Marca Personal. Apenas tendrá una mención y esporádica difusión periodística –porque también de contenidos viven los medios– para caer al poco tiempo en el anonimato, a pesar que desde ese momento esta afortunada persona pueda darse los mejores gustos y placeres de la vida.

Pensemos por un instante el poder de recordación y reconocimiento que tienen algunas marcas globales de productos, especialmente aquellas que ya han superado los cien años de existencia: Kodak [1870] Lipton [1890] Coca-Cola [1895] General Electric [1896] Peugeot [1896] Campbells [1897] por nombrar sólo algunas con sus respectivos años de ingreso en el mercado. Si hoy siguen siendo exitosas, por haber logrado un sólido posicionamiento en la mente del target-objetivo, es porque durante décadas hubo gente que detrás de ellas estuvo y está realizando un trabajo intenso para preservarlas en su nivel de liderazgo y recordación. Por tanto, tampoco la “magia” funciona en el mundo de los negocios, aunque la marca sea Disney.

Lo mismo vale para Tu Marca Personal: es un proyecto-tarea de largo plazo que acompaña, a lo largo de la vida, a todos aquellos que sienten la necesidad de sobresalir y ser valorados por la forma y el estilo propio que caracteriza su desempeño laboral-profesional.

3. Propuesta diferencial de valor.
El Personal Branding requiere de un ingrediente único –nuestra mejor habilidad, talento o forma de lograr resultados– aplicado en la propuesta de trabajo o servicio que uno está dispuesto a brindar, sea en una empresa, consultoría o emprendimiento personal. El ser único para nada aquí significa mostrar atributos de superioridad: todo lo contrario. Se trata de realizar, con total humildad y naturalidad, el trabajo-tarea diario. Pero como se lo hace de un modo distinto y relevante para la empresa o el cliente que nos contrata, ello terminará produciendo ante el jefe y colegas un eficaz nivel de aceptación inicial, que luego se irá potenciando en el tiempo por el nivel de recordación y valoración que tal desempeño va “marcando” en sus mentes. A partir de ese momento, Tu Marca Personal entró en acción, con los beneficios que ello tiene, incluso en tiempos de crisis.

Entonces, todo esto sirve para poder ilustrar que Tu Marca Personal nada tiene que ver con las soluciones mágicas, de corte facilista o de oportunidad. En cambio, sí tiene que ver con la estrategia personal que uno se plantea en la búsqueda de salida del mundo clonado y de iguales en que nos toca vivir y movernos.

Mientras una gran mayoría se pierde en el sueño-ilusión de los 5 Pasos del Éxito, hay otros que están trabajando –en silencio– para alcanzar un posicionamiento y reconocimiento laboral-profesional sustentable. Se trata de las personas que irán dejando una imagen-recuerdo memorables en sus ambitos de relación, y por tal razón serán valorados y tenidos en cuenta.

José Podestá

Mildolarista y Mileurista

20 diciembre 2009 ·

Ambos términos permiten identificar a todas aquellas personas, más allá del nivel etario, que poseen educación superior, idiomas y hasta maestrías, pero que perciben un salario de hasta mil dólares o euros mensuales.

Seguramente que desde México hasta la Argentina y Chile, sin omitir a España, coexiste un gran segmento de empleados y profesionales que se encuentran en esa situación, presentando dificultades de consumo más allá de los gastos fijos básicos mensuales. Esta realidad no está, necesariamente, vinculada a la crisis global hoy vigente sino a un problema estructural realmente serio, como ser:

- La precariedad de la oferta laboral global, especialmente la proveniente de aquellas empresas que aún están organizadas por funciones estandarizadas y de baja generación de valor. Esto deriva, lamentablemente, en una “masa” indiferenciada de empleados.

- La gran cantidad de empleados con similar nivel de formación y escasa o nula diferenciación, lo que imposibilita distinguirlos en términos de habilidades o talentos para lo laboral o profesional. De esta forma, en el momento de una búsqueda quedan expuestos a ser elegidos o seleccionados en función del nivel más bajo de salario postulado.

Estamos pues ante un nefasto círculo vicioso que se retroalimenta de la misma realidad cotidiana. Lo primero que aquí uno se pregunta es: ¿Qué hacer?

Creer que la empresa cambiará rápidamente de actitud-enfoque es como pretender que dejen de pensar que el empleado es un “recurso,” en lugar de valorarlo como persona a partir de sus competencias y talentos. Por suerte ya hay empresas –las innovadoras y consustanciadas con las nuevas reglas de la economía– que no dudan en considerar que la ventaja competitiva hoy depende de la calidad de sus empleados.

En lugar de esperar a que en el resto de las empresas se produzca tal milagro, el puntapié inicial deberá partir necesariamente de uno mismo. Esto implica, una vez que uno se dio plena cuenta de ello o se decidió convertirse en el verdadero artífice de su destino laboral-profesional, ponerse a trabajar seriamente en temas básicos, como ser:

1. Quién soy yo –con total honestidad y realismo– y cuál es la visión u objetivo de largo plazo que me propongo alcanzar en lo laboral-profesional-social.

2. Qué habilidades y talentos ya dispongo para ponerlos en práctica en la empresa u organización en donde me encuentro trabajando. Seguramente que si lo hecho es lo adecuado, los colegas comenzarán a ver dentro de un tiempo que uno se está desempeñando con un estilo diferente y aportando nuevo valor.

3. Qué cosas necesitaré incorporar, pulir o eliminar mientras voy camino hacia el cumplimiento de la visión.

4. Qué herramientas complementarias utilizaré y / o desarrollaré para potenciar o apuntalar mi identidad en el ámbito en donde me desempeño. Los abordajes aquí son variados. Pueden ir desde la participación en alguna asociación vinculada al trabajo-profesión, pasando por la redacción de artículos, desarrollo de un blog, etc.

Más allá de otras cuestiones que también deberán ser tenidas en cuenta, el trabajar en Tu Marca Personal se constituye en el camino-respuesta para dejar de pertenecer a la “sociedad de los clones” y que en la práctica se caracteriza por la imposibilidad de llegar a tener pleno reconocimiento laboral-profesional-social y de ingresos.

Seguramente que no todas las personas piensan que el Personal Branding sea el camino o la solución, como así también hoy vemos la gran cantidad de empresas que aún consideran al empleado como un objeto-recurso. Pero para aquellos individuos que sienten que por allí no pasa su futuro ni mucho menos desean convertirse en “víctimas de la igualdad,” sí pueden hacer su abordaje a partir de Tu Marca Personal.

En consecuencia, pertenecer o no al mercado laboral-profesional mildolarista o mileurista es una decisión personal más que coyuntural. Seguramente que ustedes ya conocen algunos casos de individuos que se dieron cuenta de ello, elaboraron una estrategia de Marketing Personal y hoy disfrutan del reconocimiento-valoración por las cosas que hacen.
José Podestá

Ser Competitivo

13 diciembre 2009 ·

El concepto de competitividad aplicado en el ámbito empresario tuvo su debut y rápida difusión en la década de 1980. De la mano del experto en estrategia Michael Porter, las empresas fueron direccionando sus destrezas hacia aquellos negocios y procesos que les permitiesen, vía la diferenciación, acceder a la ventaja competitiva. El momento y la época eran óptimos porque el mercado era de demanda, motivo por el cual haciendo bien los deberes la mayoría de las empresas podían acceder a un razonable crecimiento en participación y rentabilidad.

A partir de la nueva economía del conocimiento y de la información, que se gestó a partir de la década de 1990, la situación mencionada comenzó a licuarse en forma sostenida. Al respecto, en la actualidad a las empresas les resulta hasta difícil poder mantener el nivel de identidad de sus marcas, por las consecuencias nefastas derivadas de la práctica recurrente del “me too,” con lo cual la ventaja competitiva ya no está necesariamente centrada en los productos y servicios comercializados.

¿En dónde hoy radica la diferenciación?

En el conocimiento que los empleados aportan para hacer viable la estrategia de la empresa.

Ante la imposibilidad de lograr que un producto o servicio logre mantener su innovación o exclusividad en un plazo razonable de tiempo, la ventaja competitiva hoy se sustenta y retroalimenta en las prácticas idóneas que los líderes implementan en sus mercados. Para nada se discute que el producto o servicio sea el mejor en su categoría, porque es la llave mínima de entrada que deberá contar para alcanzar un aceptable posicionamiento. Lo que sí varió es la percepción de valor derivada del uso o consumo de ese excelente producto: pasó del ámbito tangible al intangible. Por tanto, hoy se es competitivo si la oferta es capaz de generar memorables experiencias, emociones y disfrute en el mercado objetivo. ¿Ejemplos? Starbucks, Apple, Toyota, FedEx, Amazon, ...

Estas empresas son memorables porque brindan un producto-servicio de excelencia. Y en ello el personal tuvo y tiene un rol clave. Son empresas que invierten en talento –no buscan empleados basándose en la variable precio, es decir, el “más barato” sino el que mejor potencial cuente para sumar valor vía el conocimiento aplicado– cualquiera sea la posición que ocupe en la organización: cadete, operario, empleado o ejecutivo. Todos son parte del intangible que les permite ser competitivos.

Este nuevo estilo de gestión se tornó en un campo propicio para la práctica y el desarrollo del Personal Branding. Al ser la nueva economía facilitadora de la gran expansión de la sobreoferta de productos y servicios existentes, también ha establecido las condiciones para el reposicionamiento del papel asignado al empleado-dependiente del ayer. Y si bien todavía hay muchas empresas o áreas de personal que no se han dado cuenta de ello –sea por desconocimiento o eventual resistencia al cambio– las que hoy nos muestran su competitividad no dudan en señalar y anteponer al empleado en el núcleo del proceso.

¿Cuál es el rol de Tu Marca Personal en estas empresas?

Es el factor diferenciador, justamente porque necesitan a partir de la heterogeneidad de ideas, creatividad, habilidades y talentos sumar nuevas y permanentes soluciones a la economía de sistemas que hoy impacta en las prioridades del cliente. De allí que estas empresas vienen también poniendo énfasis en el desarrollo de la marca personal de sus empleados.

De esta forma, el ser competitivo en un talento asociado a Tu Marca Personal. Es algo que debe partir de nuestro interior para luego plasmarlo en el rasgo diferenciador que caracterizará el trabajo-servicio brindado, tanto en el ámbito laboral como profesional.


José Podestá

Generation Y versus Oferta Laboral

06 diciembre 2009 ·

En la actualidad la empresa no sólo está expuesta a las nuevas reglas de la economía, la globalización, la presión del retail, el poder del cliente-consumidor, el cambio continuo, etc. También le impacta, seriamente, el panorama sombrío del recambio laboral.

Hoy son muchas las empresas que añoran el pasado de oro. ¿Por qué? Porque durante décadas y de la mano de las generaciones Baby Boomer –los nacidos entre 1946/64– y Generation X –los nacidos entre 1965/82– las empresas tuvieron el privilegio de nutrirse de una fuerza laboral leal e identificada con el atractivo que implicaba desarrollar una tarea-carrera dentro de la organización, aunque ello implicara al personal someterse a las estrictas reglas internas. Más aún, hasta lograron tener fans incondicionales: los denominados workaholics.”

No obstante, el paisaje laboral en los últimos diez años se viene licuando respecto de lo conocido. Por un lado, influyen los cambios derivados de la nueva economía del Conocimiento y de la Información, surgida a principios de la década de 1990. Por otro lado, los jóvenes pertenecientes a la Generation Y –los nacidos entre 1983/92– también conocidos como millenials porque comenzaron a incorporarse en el circuito laboral en el presente siglo, lo hacen bajo una escala de valores que privilegia su vida personal, ocio o emprendimiento propio respecto de las normas universales del trabajo.
Muchos de ellos, incluso, han sufrido el despido de sus padres a pesar de haber dado la vida por la empresa durante años, motivo por el cual no les interesa correr la misma suerte.

Si bien hay empresas que se han anticipado a esta realidad, desterrando las prácticas y normativas rígidas y formales del ayer –Southwest Airlines, FedEx, Apple, Microsoft, IBM, Google, GE, Amazon, ...– todavía hoy son una pequeña muestra del cambio que les toca afrontar, hacer y asumir a la mayoría de las organizaciones, comenzando por el área que más ha quedado descolocada frente al cambio: Recursos Humanos.

La era de la organización vertical, del job description –como política de igualación administrativa de perfiles y salarios– de los horarios rígidos, del “calentar la silla,” de aquel “jefe” que todavía hoy se la cree que es el único que piensa, etc., ya no seduce ni interesa a nadie por la sencilla razón que la gente no desea ser considerada como un “clon-masa” ni mucho menos como un “número de legajo.” Hoy, si la empresa verdaderamente está interesada en contar con personal –no recursos humanos– que le permita acceder a una ventaja competitiva, deberá prepararse para ofrecerle al futuro empleado un “proyecto” de mutuo interés.

Los millenials que cuentan con potencial para hacer carrera en la empresa, además de la formación universitaria suelen disponer de buen dominio del soporte tecnológico. Muchos de ellos aspiran, también, a un desarrollo profesional a partir de algún emprendimiento. Se trata pues de una generación que está más predispuesta en evolucionar, en lo laboral-profesional y social, a partir de un proyecto-trabajo-servicio que los haga sentir únicos y tenidos en cuenta por sus pares. En esencia: son individuos con potencial que apuestan a dejar una huella o marca, con lo cual se perfilan como muy aptos para el desarrollo del Personal Branding.

En consecuencia, el abordaje a Tu Marca Personal es un estratégico recurso-solución que hoy convoca a ambas partes:

A la empresa, al permitir que la Generation Y perciba que mediante el desempeño individual podrá ser parte del proyecto, al tiempo que irá construyendo y retroalimentando sobre la marcha su marca personal.

A los millenials, al permitirles definir la mejor propuesta-solución de valor para el trabajo-servicio que desean brindar, a partir de sus mayores habilidades y competencias, sea en el ámbito de las empresas como en un emprendimiento personal.

Mientras más millenials vayan dándose cuenta del beneficio de Tu Marca Personal, a las empresas les toca el desafío mayor: comprender que el talento ya no se retiene, que deben cambiar y repensar, integralmente, el nuevo posicionamiento del área de personal, sin descartar que en algún momento hasta deberán llegar a ser también los promotores del desarrollo del Personal Branding entre sus empleados.

Esto para nada es una utopía: ¡Ya hay empresas que lo hacen!
José Podestá

 

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