El Fin del Liderazgo

25 febrero 2018 ·

Por ahora no regalen ni tiren los libros que posean sobre liderazgo; por lo menos, sugiero conservarlos por un tiempo. ¿Por qué? Nos encontramos atravesando un proceso de cambio profundo en donde todo lo autoritario y vertical ya no genera simpatía ni mucho menos seguidores. De allí la necesidad de rescatar de las fuentes los aspectos y valores que aún se deben tener en cuenta, aggionarlos, para volver a ponerlos en acción.

Sistema de liderazgo

El liderazgo tradicional fue y es una relación de poder. Además, remite a una persona que dirige y representa. Pero ocurre que en el hoy los modelos de management y de gestión se vienen descentralizando, con lo cual la figura fuerte del líder formal se está cuestionando y desdibujando.

También ocurre que en tiempos del entorno digital y de las redes sociales, el líder ya no está solo: tiene seguidores y detractores con los cuales necesita convivir e interactuar. Por otra parte, la sociedad de la información permite que los “seguidores” –clientes, activistas y público en general– ejerzan su capacidad de condicionar a los líderes, ya no sólo a personas, sino también a marcas y gobiernos.

De esta forma, arribamos al concepto de sistema de liderazgo, el que incluye a tres actores relevantes: el líder –que ya no está solo– a sus seguidores y el contexto en donde interactúan.

Se trata de un cambio o giro de ciento ochenta grados que ya no tiene retorno y por ello no se lo debe subestimar. ¿Por qué? Porque la persona que se lo proponga –sea mediante una idea o una propuesta disruptiva– puede lograr más impacto en un producto o servicio que el propio CEO de la empresa que lo brinda al mercado.

Si bien la innovación digital muchas veces termina creando liderazgos efímeros, también es cierto que los CEO hoy duran menos en sus cargos –lo mismo le sucede al CMO, es decir, al Director de Marketing. Dado que ser líder es hoy más efímero que nunca, esto nos conduce a formular las siguientes proposiciones:

- El liderazgo necesariamente se debe “democratizar”, nutriéndose de puntos de vista también disruptivos.

- El liderazgo eficaz hoy no se ejerce desde la punta de la pirámide, sino desde el medio, es decir, desde el centro de la organización, porque es allí en donde deben anidar los empleados que mediante la interacción validen el rol del líder.

- Más que educar para liderar, las organizaciones debieran “ocuparse” en capacitar –incluso con el aporte de especialistas externos– en cómo seguir a los líderes de forma inteligente.

- Los “seguidores internos” son el mejor reaseguro para la sustentabilidad de la organización, en conjunción con los “seguidores externos”.

Conocimientos y experiencias compartidas

Las empresas nativas digitales funcionan en base a la colaboración horizontal; algunas ni tienen jefes. ¿Esto qué nos dice? Que el conocimiento y las experiencias individuales ya no sirven para liderar.

Ello está bien claro en las empresas líderes tradicionales –Unilever, Walmart, Dow, etc.– en donde los “jefes” están opacados por el conocimiento de sus subalternos. De allí que estén implementando programas de mentoría reversa, para que los jóvenes “inoculen” mentalidad digital y tecnológica a los mayores.

Lo mencionado también vale para el sector público y gubernamental. Tanto las democracias vienen atravesando problemas en América y Europa, como las autocracias de Rusia, Turquía, Egipto o China, a las que les cuesta cada vez más reaccionar a las demandas de los ciudadanos.

Cómo impacta en el Personal Branding

El individuo que por su trayectoria, estilo y compromiso logra generar su Personal Branding, quizás sin saberlo en la mayoría de los casos es un líder, un referente en lo suyo, aunque mantenga un bajo perfil. Si bien en este caso se trata de un accionar que es consecuencia de un proyecto personal afín con la misión y la vocación del individuo, no por ello lo excluye prescindir del entorno comunitario y social.

Aquí no se trata simplemente de contar con “seguidores” en las redes sociales, sino en darse cuenta que además de su contribución laboral o profesional, deberá estar “abierto” al retorno que sus prójimos les aporten para que lo realizado no pierda el sentido que dicho obrar tiene para los demás.

¡El portador de Tu Marca Personal no se debe descuidar de las señales del entorno ni del ámbito en donde se desarrolla, para poder así retroalimentarse y mejorar su contribución hacia la sociedad en general!

José Podestá

Trabajar Para los Demás

18 febrero 2018 ·

Más que una imposición, el trabajo es una natural necesidad de realización del ser humano. Así como en tiempos de la caverna el hombre debía salir de “su” cueva para poder alimentarse, hoy parte de “su” hogar para ganarse los ingresos necesarios para subsistir e incluso mantener a su entorno familiar.

Quizás sin darnos cuenta, desde que nos levantamos estamos trabajando para los demás, ya sea cómo:

- Empleado, en la oficina.

- Profesional, para los clientes o pacientes, según la especialidad.

Pero también están aquellos que, decididamente, trabajan para sus prójimos. Tal el caso del trabajador o asistente social, los que están al frente de alguna ONG o bien se desempeñan dentro del área pública-gubernamental, brindando soluciones para los excluidos y para los millones de seres humanos establecidos en la base de la pirámide social.

En función de

Como individuos que somos nos cuesta pensar o aceptar que el trabajo o el emprendimiento que uno lleva a cabo, por más que responda a un específico móvil personal, es y está en función de nuestros prójimos.

Trabajar para los demás puede ser una elección consciente, y en algunas vocaciones esto es evidente. Sin embargo, todos trabajamos para los demás en nuestra vida vocacional. Es algo que no podemos evitar, ya sea por la división del trabajo en nuestra sociedad o por las convicciones personales de cada uno.

Cuando los sociólogos y psicólogos nos recuerdan que el hombre es un ser social, no se limitan exclusivamente al ámbito de las relaciones que debemos cultivar en pos de nuestro crecimiento personal, sino también al “sentido” que debemos imprimirle al trabajo.

Seguramente que algunos de ustedes pensará, con razón, que esto no es tan así. Más aún, es cierto que hay personas que trabajan para sí o directamente “ni” trabajan porque decidieron, por ejemplo, sacar un importante rédito a sus finanzas personales, logrando así vivir de renta y aspirando a tener cada vez más dinero hasta llegar a ser “millonarios”. Efectivamente, también existen individuos que, por ciertas limitaciones o circunstancias, tienen un exacerbado perfil materialista, como también hay otros que independientemente de ser millonarios, no dejan de donar importantes sumas de dinero para la investigación y la asistencia social.

Entonces, salvo determinadas “patologías” cargadas de un egoísmo extremo, lo cierto es que la inmensa mayoría hace lo que hace en función de un objetivo social, aunque no se dé cuenta de ello. ¡Enhorabuena!

Toma de consciencia

Es bueno conocer que nuestra individualidad está atrapada en paradojas relacionadas con nuestras aptitudes y educación. Y esto muchas veces nos impide alcanzar los logros exteriores.

De allí que es muy “saludable” que aprendamos a vivir en dos niveles de consciencia. Una dirigida a la vida diaria y otra al despertar de nuestra segunda individualidad, la que anida en el interior de nuestro ser. Si bien ésta es una “carencia” en los tiempos actuales –debido a la presión que las circunstancias nos imponen para mostrar “resultados ya”– no podemos “ni” debemos como personas claudicar en la “escucha” y el conocimiento de nuestro ser interior. ¿Por qué´? Porque justamente es el que nos permitirá “darnos cuenta” del sentido que tiene nuestro trabajo-profesión para los demás, evitando también que nuestro proyecto personal pueda apartarse de la misión y vocación respectivas.

Personal Branding social

Quienes se interesan por su Personal Branding lo hacen, por lo general, motivados por un “rédito individual”. En ello han influido todos aquellos especialistas en el tema que vienen sosteniendo, quizás por desconocimiento, que se trata de un recurso-herramienta equiparable al marketing. Pero lo cierto es que, en realidad, sus móviles son muy distintos. Uno tiene que ver con el ser humano en función de y el otro con los objetos, las cosas y las mercaderías.

Sabiendo a partir de ahora que nuestro trabajo vincula con lo social y que estamos por ello trabajando para los demás, el Personal Branding que sepamos construir, posicionar y desarrollar, tendrá un valor agregado directamente proporcional al “efecto social” que produzca en los prójimos. De allí que poco y nada de ello tendrá sentido cuando se lo pretenda “potenciar” a través de las redes sociales, porque no se trata de la “visibilidad” ni tampoco de la “calidad” del impulso personal que uno le pretenda asignar, sino del sentido social que ello “realmente” tenga para los demás.

¡El portador de Tu Marca Personal no se descuida en “conversar” con su ser interior, porque sabe que gracias a él podrá evitar errar el camino que lo conduzca a brindar y capitalizar sus logros exteriores!

José Podestá

Estable y Freelance

11 febrero 2018 ·

La innovación, la tecnología, la realidad económico-social y el cambio generacional van modificando en conjunto el vínculo y la dependencia laboral, aunque no se tenga plena consciencia de ello.

Lo que en el ayer se consideraba como un “deber ser” –estar a disposición de una organización en relación estable y con dedicación exclusiva– hoy dejó de ser necesariamente así. Si por la naturaleza del trabajo, proyecto o negocio se justifica que la persona se desempeñe en relación de dependencia, será formalmente contratado “in-house”.  Caso contrario, se lo estará convocando para que “desde afuera” provea el servicio de su especialidad de un modo frecuente o esporádico.

Casi lo mismo

Seguramente que hay individuos que prefieren sentirse contenidos y plenamente dedicados a una organización, no sólo por seguridad económica, sino también porque les importa de esa forma llevar a cabo su proyecto laboral y profesional. Pero también se da el caso de aquellos que privilegian disponer de un mayor grado de libertad que les permita poder diversificar el “riesgo” de la dependencia, a través de una “cartera” de clientes –organizaciones de todo tipo y tamaño– sin por ello excluir tampoco algún emprendimiento personal.

Ambos enfoques coinciden en la realización de una tarea concreta, afín al puesto de trabajo o al servicio de su especialidad. Esto no significaba que en el ayer no existieran personas que aspirasen a lo mismo. Pero había un impedimento cultural que no lo tornaba viable, porque el empleado tenía que “deberse” a la organización en cuestión; incluso sin poder hacer ninguna otra actividad profesional o “marginal”, porque de ser descubierto podía llegar a ser despedido.

De todos modos, ambos enfoques priorizan hoy el tener que llevar a cabo o brindar el trabajo en cuestión con total solvencia y compromiso. Incluso es muy factible que el empleado estable decida en algún momento pasar a ser un proveedor freelance de la organización, y viceversa. En estos casos, al cambiar el tipo de vínculo-contratación, el ex-empleado no deberá omitir tomar todos los recaudos legales en materia de prestación de servicios, aportes impositivos y de seguridad social.

Lo que seguramente el sistema no podrá sostener en el tiempo es el modelo de la relación estable o de dependencia para “todos” sus empleados, por los motivos ya mencionados anteriormente. Pero ello no tiene un efecto tan dramático para las nuevas generaciones, porque justamente éstas son más proclives a evitar el “anclaje” en una determinada organización. Además, el atractivo de la globalización, sumado a la mayor facilidad de poder viajar y “probar” desarrollarse en otros contextos, hace que exista una motivación muy distinta en materia de prestación laboral y profesional.

Plan excluyente

El poder ser el realizador-constructor del propio destino, más allá de lo motivante y atractivo, no excluye el deber contar con un plan personal de desarrollo laboral y profesional. ¿Por qué? Porque con ello se podrá acotar o minimizar el riesgo y la incertidumbre, y tener más en claro cuáles son los pasos conducentes hacia el logro de los objetivos temporales propuestos.

Lo importante, más allá de estar en el rol de freelance o en relación de dependencia, es no dejar nunca en manos de “terceros” lo que cada uno tiene previsto realizar, de acuerdo a su misión y vocación elegida. Ello supone estar “alertas” cuando se escucha decir, dentro de la organización u otro ámbito, que “nosotros nos ocuparemos de tu futuro”. Nadie puede arrebatarnos ese derecho, porque el mismo es inherente a la naturaleza y el destino humano.

Personal Branding vigente

Si bien todos tenemos una identidad que nos singulariza desde que “arribamos” al planeta Tierra –nuestro nombre y apellido– también es cierto que a través de nuestro desempeño vamos generando una imagen que será percibida por los demás. El problema-desafío luego radica en el nivel de “calidad” que esa imagen termina produciendo en nuestro ámbito de relación: familia, trabajo o sociedad.

De allí que en los últimos años se esté dando una mayor importancia e interés al desarrollo y el posicionamiento del Personal Branding. Más allá del refrán que dice “es importante no sólo ser, sino también parecer”, aquí tampoco uno puede dejar en manos de terceros –el público en general– que piensen o se imaginen cosas que para nada son útiles para el desarrollo profesional.

A medida que uno se va aproximando a las metas del proyecto laboral –sea en el rol estable  o de freelance– podrá in capitalizando los resultados de la “huella” o de la “estela” del propio accionar en la mente de los “otros”. Aquí podrá ocurrir que una gran mayoría no esté pendiente ni “preocupada” por ello –porque sabe que lo realizado tiene en cuenta a sus prójimos. Pero también habrá personas que por no tener en claro que el Personal Branding es el resultado del obrar responsable en el tiempo, terminen siendo “victimas emocionales” de lo que los “otros” piensan o dicen por la forma superficial de cómo están llevando adelante su trabajo o profesión.

Desde ya que el Personal Branding no corrige este tipo de desviaciones, sino que se encarga de mostrarlas tal cual son.

¡El portador de Tu Marca Personal se concentra y hasta se “desvive” por hacer las cosas acordes con su misión, porque sabe que de esta manera podrá llegar y servir mejor a sus prójimos!

José Podestá

Sedentarismo Mental

04 febrero 2018 ·

Si bien los personal training insisten en que el sedentarismo es la antesala de la “muerte silenciosa” –los médicos, por su parte, lo asocian directamente con la presión arterial– también es cierto que el sedentarismo mental hace de las suyas. ¿En qué sentido? Restándole a la persona de la energía necesaria para ser justamente eso: ¡Persona!

Los dependientes consuetudinarios

Hay seres humanos que nos les gusta para nada el tener que ser proactivos en lo laboral-profesional. Siempre están pendientes a que las cosas “sucedan”, para luego obrar en consecuencia. Con ello “creen” que se reducen las posibilidades del error, sin darse cuenta que muchas veces no sólo aprendemos de los otros, sino también de nuestros propios errores; el inventor lo tiene muy bien asumido.

En este deseo de no querer afrontar las dificultades que debieran ser vivenciadas como algo normal para la vida humana, están implícitas una serie de limitantes que si bien parten de lo anímico, terminan luego cercenando la voluntad.

Para aquellos que hasta sienten “pánico” por tener que ser los que inicialmente deben hacer las cosas, es útil que se concentren en observar a los niños que han comenzado a “caminar”.  Seguramente que podrán llegar a descubrir que este desafío-conquista –poder pararse con los pies sobre el planeta Tierra para comenzar a caminar en la vida– es un “primer paso” contra el sedentarismo y la dependencia.

Nos guste o no, estamos aquí para hacer aquello que traemos en nuestro ADN, es decir, en nuestra misión. Se trata de algo que, en definitiva, no podemos transferir ni renunciar, motivo por el cual no podemos hacernos los distraídos ni muchos menos los “sedentarios”.

Entonces uno podrá preguntarse ¿por qué existen los sedentarios? O bien llegar a darnos cuenta en este momento y cuestionarnos ¿por qué soy un sedentario? La respuesta está en cada uno de nosotros, justamente porque anida en la biografía personal –en donde impactan los sucesos del mundo exterior– y en la predisposición que tengamos para mantener una “conversación” con nuestro “doble”, es decir, con nuestro ser interior. Por tanto, los motivos y razones deben ser tratados y asumidos por el ser humano y en otros casos –cuando existan cuestiones profundas que no están a nuestro alcance– las deberemos consultar al terapeuta de confianza.

De lo que se trata es de tomar consciencia de ello e intentar salir de ese estado “patológico,” en el momento oportuno. Justamente por los motivos que manifestamos anteriormente: tenemos una misión en la vida, de la que deberemos rendir “cuentas”, porque en ese momento las “excusas” por sedentarismo mental no van a ser aceptadas.

Piensen por un momento en todos aquellos que, por ejemplo, son no videntes de nacimiento o han sufrido alguna enfermedad o accidente que los imposibilita moverse con autonomía en la vida. Sin embargo, esto no invalida para que muchos de ellos realicen sus estudios universitarios o se destaquen incluso en algún deporte o actividad, a pesar de su severa discapacidad.

El opuesto no es la respuesta

Para nada significa que de lo expresado hasta el momento uno deba inferir que se debe ser   hiperactivo. No se trata de vivir en ninguno de los extremos, sino en ser plenamente conscientes del papel o rol que los “otros” esperan o “necesitan” de uno.

Tampoco significa llegar a desvivirse por pretender ser un superhéroe o un “salvador” de la humanidad, sino en hacer más bien aquello que uno haya decidido llevar a cabo como vocación.

Personal Branding básico

Quizás conozcan a Roger Federer y su ejemplar trayectoria como tenista profesional –lograda en base a perseverancia, tenacidad y pasión– y como ser humano que se viene ocupando de los otros, con bajo perfil. Se trata de un ejemplo que es útil tener en cuenta, porque para la construcción de su Personal Branding, Federer no ha recurrido a “golpes bajos” ni a recursos efectistas, justamente porque todo ello no coincide con su forma de ser.

Por supuesto que Federer no es ejemplo de sedentarismo físico ni mental. Simplemente lo menciono porque, a pesar de ser una “celebridad” en lo suyo, sabe muy bien que la percepción que la gente tiene de él parte de sus capacidades integrales. En tal sentido, así como el sedentarismo “resta” para todos aquellos que aspiran al posicionamiento de su nombre y apellido, tampoco es viable para los que pretenden llegar cruzando diagonales o buscando impactos carentes de credibilidad.

Los que carecen de alguna cualidad física, como los ejemplos ya mencionados, pero no por ello especulan con el sedentarismo ni la dependencia, terminan siendo también dignos representantes del Personal Branding –sorprendiendo como lo hace Federer– porque con esfuerzo y humildad son capaces de hacer bien lo suyo, sin necesidad de ningún tipo de especulación.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe que no puede optar por sedentarismo alguno, por la sencilla razón de no poder llegar a “articularse” de esa manera con el sentido de su vida!

José Podestá

 

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