Innovación y Perseverancia

01 mayo 2011 ·

Todo emprendimiento o proyecto personal demanda tiempo y un esfuerzo adicional; de ello saben bastante los inventores. Por tanto, pensar lo contrario o subirse a la ilusión de que todo será fácil y simple, es errar el enfoque desde el vamos. Aquí el factor-suerte no tiene cabida pero sí el trabajar duro para construir la suerte.

De allí que la persistencia y la perseverancia sean las compañeras de ruta de todo aquel que se haya decidido no ser parte de un rebaño de iguales, porque lo único que fomenta es la postergación y exclusión. Esa necesidad de cambio hoy requiere, para que no sea meramente temperamental o reactiva, de una salida sólida: ¡Innovadora!

Todo esto ya nos dice que para gestar un cambio importante y de valor, se deberá ser muy consecuente con los sucesivos pasos que necesariamente hay que dar, evitando la tentación de esquivar alguno de ellos. Se trata de un proceso de crecimiento y madurez que, necesariamente, debe realizarse por etapas. Así lo hicieron la mayoría de las personas que muchas veces pensamos, nuevamente, que tuvieron “la suerte de llegar”. Sin embargo, cuando vemos cómo lo lograron un deportista, un ejecutivo, un músico o un carpintero, nos damos cuenta que “la receta” fue y es: dedicación, motivación y perseverancia. Hasta lo dice el refrán: ¡El que siembra, cosecha!

No se trata de esperar, sino de hacer.

Así como un avión no puede despegar hasta que las turbinas hayan acumulado la aceleración y potencia máximas, tampoco se llegará a ser un portador exitoso del Personal Branding si previamente no se tuvo, bien en claro, cuál es la mejor estrategia y plan de acción para alcanzarlo en un mediano plazo. Lo mismo les ocurrió a las marcas líderes de productos o servicios: necesitaron de un tiempo prudencial para que el segmento o nicho de clientes lograra darse cuenta de la propuesta de valor-solución que les brindaban. Mientras tanto, y hasta que ello ocurriera, fueron objeto de diferentes actividades de marketing conducentes al logro del objetivo.

Si hace más de cien años la empresa Coca-Cola hubiese decidido que como ya habían logrado una bebida refrescante, única en sabor y satisfacción, solamente bastaba con exhibirla en el retail, hoy no estaríamos poniéndola como ejemplo ni hablando de ella, porque seguramente ya no estaría en el mercado. En cambio, y en función de la estrategia de posicionamiento y desarrollo que oportunamente se fijaron, hubo una serie encadenada de actividades de marketing que permitieron construir su liderazgo global.

Hoy sabemos y además comprobamos que los mercados están en conversación. Por tanto, cuando se está decidido en crear, posicionar y desarrollar el Personal Branding, sea en lo laboral, profesional o social, es necesario no omitir la comunicación y generación de una percepción-imagen a nivel del ámbito o target en el cual se aspira ser tenido en consideración. Pero cuidado: ¡No por estar en la red social o tener un blog, es suficiente! Se trata, por cierto, de una herramienta válida de comunicación y difusión. Pero por tratarse de Tu Marca Personal, se necesita también ir construyendo su validación con el producto-trabajo que se viene realizando diariamente.

Tiempo, tiempo, tiempo.

Un buen vino o un queso gourmet necesitan un periodo de estacionamiento para alcanzar la madurez ideal. Si este paso no se cumple, pronto dejarán de tener la aceptación y el reconocimiento ganado en su mercado objetivo. Lo mismo vale en el Personal Branding. Para ser reconocido y valorado, se necesitará que el producto-trabajo tenga un valor agregado –estilo, habilidad, talento– necesario que sirva para “marcar” el reconocimiento de su portador. Esto sólo se logra con el tiempo.

Entonces, mientras uno haya innovado en la propuesta de valor que caracteriza el desempeño, y en la medida que ello sea percibido y reconocido en el trabajo actual o al que se aspira llegar, recién allí se comenzará a gestar el proceso de cambio. Esta persona dejará de ser vista como un clon del rebaño para constituirse en un referente que merece ser tenido en cuenta para un proyecto superador en lo laboral-profesional o social.

¡Gracias a cómo uno lo vino haciendo, fueron los “otros” los que terminaron dando nacimiento a Tu Marca Personal. Y si la siembra fue la correcta, la cosecha será promisoria!

José Podestá

 

© Tu Marca Personal - Todos los derechos reservados. Se permite la difusión del contenido únicamente citando la fuente.