La Uniformidad es el Problema

26 abril 2015 ·

Quienes son lectores de estas columnas ya están alertados acerca de mi punto de vista sobre la obsoleta herramienta más uniforme a la que está obligado someterse todo postulante a un trabajo. Me refiero, por supuesto, al curriculum-vitae/CV.

Si bien se trata de algo muy “práctico” para las selectoras de personal, al obligar o exigir a toda persona que se resuma en base a una batería de preguntas o casilleros estandarizados, los encargados de la selección dejan así de considerar a los individuos valiosos. Más aún, ni se dan cuenta de ellos porque, además de no llegar a verlos en la etapa del envío del CV, quedaron también encuadrados dentro del rebaño de personas que responden de un modo similar y uniforme.
No todos lo hacen por igual

Por supuesto que los postulantes más rebeldes al CV le buscan una salida creativa, que no siempre es bien recibida por las selectoras. Algunas de ellas llegan a pensar, frente a las propuestas diferenciales, que la persona hizo gala de una informalidad que bien podría “ocultar” motivaciones rebeldes.
De todo ello surge mayoritariamente una interpretación negativa. ¿Por qué? Porque las selectoras vienen haciendo su oficio prácticamente en piloto automático y dentro de un enfoque cerrado. En consecuencia, todo aquel que pretenda sobresalir es sospechado de haberlo hecho bajo un impulso o actitud aparente de figuración.

Por lo general, las racionalizaciones o pretensiones para disciplinar a los jóvenes postulantes lo único que producen es:
- Generar desinterés por el trabajo en relación de dependencia.

- Rechazo hacia las normativas que privilegian los estereotipos formales, que hoy no son para nada decodificados por los jóvenes como algo de valor.
Por supuesto que los nuevos postulantes tienen en gran medida algunas carencias estructurales, como ser: mala redacción y ortografía, dificultad oral para expresar sus ideas, mantener el compromiso y asumir responsabilidades. Estas debilidades son fruto de lo que no han podido recibir o incorporar en sus hogares y en la escuela, además del bajo nivel personal de lectura.

Persuadir y motivar
Cuando la oferta laboral no está preparada para dotar a la organización de personas capaces de hacer viable su misión, de poco y nada le servirá el CV. ¿Por qué? Porque el currículo dejó de ser la herramienta que en el ayer, y en otro contexto, servía para ponderar a los candidatos que tenían, mayoritariamente, buena formación y potencial para el puesto requerido.

Así como el mundo académico debió aggiornarse en la captación de alumnos e incorporar cursos de inducción a la vida universitaria –totalmente innecesarios en décadas pasadas– lo mismo tienen que hacer las organizaciones que necesitan de las personas adecuadas. Aquí el mayor esfuerzo e inversión le cabe al área de Capacitación y Desarrollo; es la encargada de revertir las carencias de las personas, de persuadirlas para que descubran que el proyecto vale la pena y motivarlas para que no desistan del intento. Pero si pretenden incorporar a las personas vía el CV, lo único que lograrán es concentrarse en el rebaño que mayoritariamente no está preparado para ello.
¡El portador de Tu Marca Personal, al ser un referente en lo suyo, le cabe también el rol de asistir y “formar” a las personas que, en algún momento, deberán ocupar su lugar para así poder seguir avanzando en su carrera laboral o profesional!
José Podestá

 

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