Así como un profesional decide ingresar a una
empresa para hacerse cargo de un proyecto afín a su especialidad, comienza
también a ser frecuente que a otro le interese ser parte de una nueva propuesta,
pero ajena a su formación. Es decir, que
ahora no está mal visto que alguien decida realizar un recambio integral en su
vocación, debido a los avances y las nuevas oportunidades que se vienen dando
en todos los ámbitos.
El
cambio es la opción
Más allá que algunas personas buscan o sueñan con
permanecer tranquilas en sus
actividades, hay otros que no dudan en salir de la zona de confort para sumar aprendizaje y nuevas experiencias que les
resulten funcionales al proyecto personal, y tengan un sentido en sus vidas.
Mientras en el primer caso se da el perfil del
individuo conservador, en el otro caso radica la tipología del ser humano que hoy
más ambicionan y necesitan las compañías. ¿Por qué? Porque en un contexto en
donde los productos y servicios se asemejan entre sí, debido al plagio y la
práctica del me too, sólo a partir
del conocimiento, la innovación y la creatividad aplicada de los empleados, la
empresa podrá construir y desarrollar su ventaja
competitiva.
De allí que todo lo que está bajo control corre más
riesgo de no crear valor diferencial
para el desarrollo y el posicionamiento de los negocios. Ya no es una novedad
que los mercados se encuentran en turbulencia
y en conversación. Los clientes y los
ciudadanos hablan y toman posición por
todo aquello que los sorprende gratamente, como así también de los
comportamientos negativos o irregulares de una organización y sus directivos.
Ser
disruptivo no es un problema
Las empresas que son globales han logrado darse
cuenta y capitalizar el beneficio de la confluencia de etnias en sus equipos de
trabajo. De esta forma, y de modo natural, aprendieron
que no existe una sola forma “lógica y racional” para abordar los desafíos y
los negocios en general.
La verdad
revelada que bajaba el directivo a los empleados de su sector, hoy se autodestruye
o licúa ante la realidad y el cambio continuo. Entonces, para poder ser exitoso
en el management y en el desempeño
laboral y profesional, es básicamente necesario:
- Destruir los viejos paradigmas –silos, descripción
de puestos y tareas, etc.– porque el trabajo necesita estar en movimiento.
- Ser creativamente disconforme, porque existen
múltiples formas de abordaje, tanto para una solución como para el problema en
cuestión.
- Estar atento a los detalles, a la diversidad y a
la escucha activa.
Estas proposiciones, como otras, pasan a ser las que
mejor respuesta pueden darse en la era disruptiva en la que convivimos. Por
tanto, sólo con ideas heterogéneas e irregulares
es como una empresa podrá ser percibida diferente. Y aquel que ya lo está aplicando
en su quehacer laboral o profesional, llegará a despertar la atención e interés
en el ámbito al que aspira consolidar su desarrollo.
¡El portador de Tu Marca Personal tendrá una
mayor oportunidad de ser tenido en cuenta, siempre y cuando llegue a ser percibido
como un disruptor creativo de propuestas y soluciones, pero que además no omita
lo social y comunitario, es decir, a los prójimos!
José
Podestá