El “Manage Up” NO Sirve en Personal Branding

29 mayo 2011 ·

Hacer bien las cosas, en un contexto de cambios permanentes, es muy importante pero no suficiente. Como seres humanos necesitamos –y ni que hablar en el ámbito de una organización– interactuar, vincularnos, ser parte de un equipo local y, quizás, hasta de una red multidisciplinaria a nivel global. De ello se ocupa hoy el manage up, es decir, de la habilidad que uno posea para ganarse la empatía del jefe y de los líderes a los que se está expuesto en el ámbito laboral-profesional y social.

Resultado final compartido

En el desarrollo y ejecución de una tarea se necesitan integrar dos variables: la dura o básica –vinculada con los resultados– y la aplicada o blanda –capacidad de integrar lo hecho con las prioridades del responsable del sector. Pero cuidado: Hacer esto último con la finalidad de “seducir y ganarse al jefe” no es propio de un portador del Personal Branding, pero sí de los aventureros u obsecuentes que tradicionalmente utilizan todo tipo de recursos para escalar posiciones dentro de una organización. Y es justo admitirlo que esta tipología de sujeto, en la mayoría de los casos, oculta bajo la máscara del manage up sus cualidades de mediocridad. A veces, hasta trata de justificarse y autoconvencerse manifestando que “no me quedaba otra opción”.

Señales de alerta

Últimamente esta técnica se transformó en la vedette de algunas Escuelas de Negocios, como la Universidad de Stanford en los Estados Unidos. Es llamativo lo que recomienda esta institución para “meterse a los superiores en el bolsillo y crecer en la empresa”:

1. Ser protagonista y “vender” positivamente los propios éxitos.

2. Adaptarse al estilo del jefe.

3. Decir no a todo lo que no se encuadre con las prioridades del jefe.

4. Desarrollar una visión holística de la organización y mantenerse actualizado acerca de las últimas tendencias del mercado para aportar alternativas y soluciones.

5. Asumir nuevas responsabilidades para adquirir un rol importante y eventual reconocimiento del jefe.

Como se puede observar, esta propuesta encierra dosis de manipulación que para nada son útiles para aquel que está empeñado en construir su Personal Branding. ¿Por qué? Porque el futuro portador trabaja para posicionarse, en última instancia, como Yo SA. Es decir, sabe que debido a sus propios méritos a futuro será valorado y tenido en cuenta, pero no por haber hecho la “corte” o el trabajo de “bufón obediente” de su jefe, pensando que así algún día logrará el merecido ascenso. Lamentablemente, esto está muy en línea con la política funcional de aquellas empresas que privilegian “recursos” promedios.

Lo que importa es que te vaya bien

La trampa asociada a lo mencionado anteriormente tiene instalada la máxima: ¡Si a tu jefe le va bien, a ti también!

En la práctica, si a tu jefe le va bien nada asegura la fórmula transitiva, es decir, la que termina también beneficiando al colaborador. No es la primera vez que, al momento de asignarse una mejora salarial, la misma se aplica a nivel de la escala jerárquica con la “promesa” que “apenas se pueda” se trasladará al resto del personal.

En consecuencia, lo que importa es el trabajo que uno realiza para hacer viable la visión que se fijó tiempo atrás para alcanzar una meta realista. Tal el caso del empleado, ejecutivo o profesional que a partir de su capacidad-habilidad-talento, sumó a su producto-trabajo un estilo peculiar para hacer las cosas dentro del plan previsto. Y para ello no necesita tener de padrino a jefe alguno, porque él es el artífice y jefe de sí mismo.

¡El manage up no es un aliado para el posicionamiento de Tu Marca Personal, porque se parte de las propias habilidades y aspiraciones. Por tanto, no se depende del jefe circunstancial pero sí del mercado aspiracional para el que uno viene llevando adelante su propuesta de valor!


José Podestá

Le Fue Mal pero Es Resiliente

22 mayo 2011 ·

Hay personas que luego de un fracaso no logran superarlo o bien les lleva mucho tiempo sobreponerse a ello. También existen otros individuos que tuvieron varios fracasos, en lo laboral-profesional, pero siempre se recuperaron casi de inmediato y sin demasiados inconvenientes. Al respecto, algunos suelen referirse a estos últimos utilizando la expresión: “Resurgió de entre las cenizas”. Otros hoy prefieren decir que es un resiliente.

¿Cuáles son sus características?

Una persona resiliente posee los siguientes atributos:

- Autoconfianza.

- Claridad de objetivos.

- Empatía.

- Buen humor.

- Proactividad.

- Método.

¿Qué importancia tiene para el Personal Branding?

Vital. La resiliencia vincula muchísimo con las habilidades que deben tener aquellos que se han decidido construir, posicionar y desarrollar Tu Marca Personal. ¿Por qué? Porque la resiliencia alude a la capacidad de sobreponerse con éxito a las dificultades, a pesar de la situación de alto riesgo vivida. En consecuencia, ello define muy bien a una tipología de individuo con habilidad de reciclarse, rápidamente, toda vez que las cosas anduvieron mal.

¿Qué está sucediendo en las empresas?

Este lenguaje se viene incorporando al ámbito de las organizaciones, debido a los cambios vertiginosos que provienen del contexto, la tecnología, la sociedad y los individuos. Por tanto, la persona que la empresa está viendo como la adecuada para asumir una posición de nivel, es tenida hoy en día en consideración cuando en su biografía hayan existido sucesos difíciles o graves.

En tal sentido, es interesante ver y apreciar el cambio de actitud que se viene dando en algunas empresas, conocedoras del tema, de no dejar de lado a estos individuos. Hay razones muy fuertes en términos de superación y cambio que estas personas han sabido llevar a cabo, lo que las posiciona como idóneas y aptas.

¡Todo aquel que se reinventa o recicla termina sumando una virtud que es digna de consideración. Esto también habla muy bien del portador de Tu Marca Personal, por tratarse de un ser que supo darse cuenta que había llegado el momento de hacer un giro de 180 grados, en su vida laboral-profesional y social, para dejar de ser parte de un rebaño, clon o número de legajo!


José Podestá

El Personal Comprometido No se Compra

15 mayo 2011 ·

Para completar este titular y no hacerlo tan extenso, uno ya se puede imaginar o darse cuenta que el personal de calidad es aquel que se motiva y se crea-desarrolla a partir del proyecto laboral, profesional o social que el interesado desee poner en acción. Esto implica, básicamente, dos cosas:

a. La voluntad-decisión de hacerlo.

b. Una razón-motivo que tiene, como destinatario, un público objetivo u organización.

Es decir que es algo que se decide, elabora y desarrolla para un segmento en particular, por la sencilla razón que no todo el mundo está interesado en ello. Además, vemos que el personal comprometido es aquel que lleva, en sí mismo, una propuesta de valor que va más allá del conocimiento o expertise que demanda una actividad en particular. Tiene más que ver con aquellas “competencias blandas” que permiten despertar, en el mencionado público objetivo, una alta estima por la forma en que este individuo hace las cosas.

1ra. conclusión

El personal comprometido está “trabajando”, tal vez y sin saberlo, en el posicionamiento y desarrollo del Personal Branding. ¿Por qué? Porque parte de la configuración de un producto-trabajo de calidad que lo ha concebido para sobresalir de la media existente y vigente en la mayoría de las empresas.

2da. conclusión

La organización que logra sumar y dar cabida a este perfil de persona, cualquiera sea el área, estará haciendo viable el logro de la tan mentada ventaja sustentable y competitiva.

Las empresas saben cómo hacerlo,… si quieren

Las que sí quieren –y por ello son pioneras y líderes– vienen trabajando desde hace tiempo para brindar el mejor entorno-clima a favor del personal. Concretamente: trabajan para y por sus empleados, haciendo los cambios necesarios, como ser:

1. Incorporar calidad de vida en el trabajo. Ello implica ir más allá del ambiente laboral.

2. Pensar el trabajo como enriquecimiento-meta. La empresa se ocupa para que la tarea sea más gratificante.

3. Así, la organización aprende. No sólo de los empleados comprometidos sino de todos los seguidores que se van sumando, porque también quieren ser de la partida.

A esta altura es bueno que uno se pregunte si algo de ello ocurre en su empresa u organización. Si no fuera así, nada impide en proponer un cambio de rumbo. Seguramente que la mayoría no lo podrá hacer, no porque lo abordó incorrectamente sino porque los directivos no están mentalmente preparados ni persuadidos de ello. Sin embargo, para el empleado comprometido con su proyecto personal esta “realidad” para nada lo hará cambiar en su convicción. Simplemente partirá hacia un mejor horizonte por más atractivo que se torne el intento de retención que pretenda hacer esa empresa. Ya lo hemos manifestado en anteriores columnas: ¡El talento no se retiene!

El fracaso como aprendizaje

El empleado de calidad sabe muy bien que su plan se va construyendo al ritmo del cambio. Poco le importa o preocupa tener fracasos sobre la marcha, porque sabe que de ellos siempre podrá “cosechar” algo positivo, aunque más no sea el saber evitarlo en una nueva circunstancia.

¡El portador de Tu Marca Personal no es un “mago”. Tampoco una utopía. Simplemente es un generador de oportunidades y mejoras continuas en los ámbitos en donde decidió ir desarrollando su proyecto personal. Los que tuvieron la “experiencia” de tenerlo, saben valorarlo por su compromiso de calidad!

José Podestá

Calidad e Identidad

08 mayo 2011 ·

En múltiples categorías de productos, tanto de consumo frecuente como esporádico, coexisten desde hace tiempo junto con las marcas líderes, las de segundo o tercer nivel y las propias o blancas. Estas últimas son las que viene incorporando y desarrollando el canal de comercialización –mayoristas y minoristas-retail– con el objetivo de constituirse, además, en un factor de presión al momento de negociar con los proveedores.

Esta realidad ya nos ilustra que en la actualidad, más allá que existan más productos que clientes-consumidores, una marca que fue, es o aspira conservar o desarrollarse en la percepción del target objetivo, necesita hacer mayores esfuerzos para no sucumbir en el intento.

Vemos, entonces, que la sobreoferta de calidad hace que la imagen de marca construida a través del tiempo necesite ser validada con frecuencia. ¿Por qué? Porque al contar el cliente con mayor información, termina ejerciendo su poder de elección toda vez que asume el rol de shopper o comprador. En consecuencia, aunque la marca sea líder hoy necesita diariamente construir la lealtad.

Cuando esta tendencia la transportamos al ámbito del Personal Branding, terminamos arribando a la misma conclusión. Si bien ya sabemos que una marca debe llevar implícita su propuesta de valor, también se necesita prestar mucha atención a las prioridades del mercado laboral-profesional o social en donde uno desea posicionarse.

¿Esto qué implica?

Básicamente dos cosas:

a. Haber sumado al producto-trabajo la habilidad-talento que permita, con el tiempo, impactar positivamente en la percepción del público objetivo deseado.

b. Tener muy en cuenta cuáles son los nuevos condicionantes del mercado objetivo.

Si tomamos como ejemplo el caso de un ejecutivo o empleado senior con aspiraciones de trascender, en el mediano plazo, a un puesto de mayor jerarquía a nivel regional, en su proyecto personal no debería omitir la cobertura de algunos aspectos clave, como ser:

- Contar con alguna experiencia laboral o de residencia parcial en el exterior. El viajar, más allá del placer implícito, suma conocimiento, vivencias, apertura mental y sociocultural. Es lo que hoy demandan las organizaciones cuando piensan en promover a un empleado a otra filial.

- Dominio de un tercer idioma, descontado el inglés. Sabiendo que China será la próxima primera potencia mundial, hace que su lengua pase a constituirse en el nuevo idioma de los negocios.

- Exposición a múltiples mercados. Así como en la economía post industrial era mal visto que un empleado mostrara en su biografía haber transitado por varias empresas, porque era un signo de inestabilidad emocional e inmadurez, hoy se privilegia lo contrario. Por tanto, haber sumado varias culturas organizacionales es una fortaleza de valor que no se aprende en ningún seminario, posgrado o lectura de libros.

- Capacitación permanente. La actualización del conocimiento, en un contexto de cambios acelerados como el actual, debe tenerse en cuenta. Pero cuidado: el móvil no es mostrar la posesión de “papelitos o diplomas” sino lograr expandir la apertura de conciencia. También suma, en lo personal, el networking derivado de la escuela de negocios elegida.

- Rotación, rotación, rotación. Un especialista no deja de ser fundamental en algunos de los eslabones de cadena de valor de la empresa. Pero si el proyecto personal de mediano plazo apunta a constituirse en el N° 1 ó el N° 2 de la organización, es altamente conveniente haber “paseado” por distintas áreas de la empresa. Al respecto, si algunas empresas al momento de nombrar como nuevo CEO al ejecutivo de finanzas, hubiesen tomado la precaución de haberlo hecho rotar por otras áreas, especialmente una unidad de negocios o marketing, habrían logrado hacerle entender que la riqueza proviene de los negocios y no haciendo reingeniería y sistemáticas reducciones de gastos para que impacten en el cuadro de resultados y balance.

- Habilidad de liderazgo y conducción. Una organización es un conjunto de voluntades que, bajo la conducción del dueño o director ejecutivo, trabajan mancomunadamente para hacer viable y sustentable la misión. Por tanto, motivar, comunicar, orientar y dejar hacer son competencias “blandas” fundamentales en todo proyecto personal.

En consecuencia,…

¡Cuando uno aspira alcanzar un cierto nivel de responsabilidad, cualquiera sea el ámbito de realización, necesitará haberse previamente ocupado del activo que moviliza a los que deciden: Tu Marca Personal!

José Podestá

Innovación y Perseverancia

01 mayo 2011 ·

Todo emprendimiento o proyecto personal demanda tiempo y un esfuerzo adicional; de ello saben bastante los inventores. Por tanto, pensar lo contrario o subirse a la ilusión de que todo será fácil y simple, es errar el enfoque desde el vamos. Aquí el factor-suerte no tiene cabida pero sí el trabajar duro para construir la suerte.

De allí que la persistencia y la perseverancia sean las compañeras de ruta de todo aquel que se haya decidido no ser parte de un rebaño de iguales, porque lo único que fomenta es la postergación y exclusión. Esa necesidad de cambio hoy requiere, para que no sea meramente temperamental o reactiva, de una salida sólida: ¡Innovadora!

Todo esto ya nos dice que para gestar un cambio importante y de valor, se deberá ser muy consecuente con los sucesivos pasos que necesariamente hay que dar, evitando la tentación de esquivar alguno de ellos. Se trata de un proceso de crecimiento y madurez que, necesariamente, debe realizarse por etapas. Así lo hicieron la mayoría de las personas que muchas veces pensamos, nuevamente, que tuvieron “la suerte de llegar”. Sin embargo, cuando vemos cómo lo lograron un deportista, un ejecutivo, un músico o un carpintero, nos damos cuenta que “la receta” fue y es: dedicación, motivación y perseverancia. Hasta lo dice el refrán: ¡El que siembra, cosecha!

No se trata de esperar, sino de hacer.

Así como un avión no puede despegar hasta que las turbinas hayan acumulado la aceleración y potencia máximas, tampoco se llegará a ser un portador exitoso del Personal Branding si previamente no se tuvo, bien en claro, cuál es la mejor estrategia y plan de acción para alcanzarlo en un mediano plazo. Lo mismo les ocurrió a las marcas líderes de productos o servicios: necesitaron de un tiempo prudencial para que el segmento o nicho de clientes lograra darse cuenta de la propuesta de valor-solución que les brindaban. Mientras tanto, y hasta que ello ocurriera, fueron objeto de diferentes actividades de marketing conducentes al logro del objetivo.

Si hace más de cien años la empresa Coca-Cola hubiese decidido que como ya habían logrado una bebida refrescante, única en sabor y satisfacción, solamente bastaba con exhibirla en el retail, hoy no estaríamos poniéndola como ejemplo ni hablando de ella, porque seguramente ya no estaría en el mercado. En cambio, y en función de la estrategia de posicionamiento y desarrollo que oportunamente se fijaron, hubo una serie encadenada de actividades de marketing que permitieron construir su liderazgo global.

Hoy sabemos y además comprobamos que los mercados están en conversación. Por tanto, cuando se está decidido en crear, posicionar y desarrollar el Personal Branding, sea en lo laboral, profesional o social, es necesario no omitir la comunicación y generación de una percepción-imagen a nivel del ámbito o target en el cual se aspira ser tenido en consideración. Pero cuidado: ¡No por estar en la red social o tener un blog, es suficiente! Se trata, por cierto, de una herramienta válida de comunicación y difusión. Pero por tratarse de Tu Marca Personal, se necesita también ir construyendo su validación con el producto-trabajo que se viene realizando diariamente.

Tiempo, tiempo, tiempo.

Un buen vino o un queso gourmet necesitan un periodo de estacionamiento para alcanzar la madurez ideal. Si este paso no se cumple, pronto dejarán de tener la aceptación y el reconocimiento ganado en su mercado objetivo. Lo mismo vale en el Personal Branding. Para ser reconocido y valorado, se necesitará que el producto-trabajo tenga un valor agregado –estilo, habilidad, talento– necesario que sirva para “marcar” el reconocimiento de su portador. Esto sólo se logra con el tiempo.

Entonces, mientras uno haya innovado en la propuesta de valor que caracteriza el desempeño, y en la medida que ello sea percibido y reconocido en el trabajo actual o al que se aspira llegar, recién allí se comenzará a gestar el proceso de cambio. Esta persona dejará de ser vista como un clon del rebaño para constituirse en un referente que merece ser tenido en cuenta para un proyecto superador en lo laboral-profesional o social.

¡Gracias a cómo uno lo vino haciendo, fueron los “otros” los que terminaron dando nacimiento a Tu Marca Personal. Y si la siembra fue la correcta, la cosecha será promisoria!

José Podestá

 

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