Atento al problema que manifiestan las empresas
líderes acerca de la captación laboral a nivel de las nuevas generaciones, sólo
el treinta y cinco por ciento de las organizaciones tiene una estrategia de marca empleadora. ¿Qué nos dice esto?
Que son pocas las compañías que saben que ya no detentan el poder y que por
ello deben ponerse “a trabajar”, para seducir y captar al perfil de personas
que necesitan.
La
reputación es de todos los días
La marca de una empresa –salvo aquellas cuya razón
social coincide con la marca de sus productos o servicios– no se rige por los
mismos parámetros de la marca comercial ni del Personal Branding.
El “employer
branding” al que nos estamos refiriendo, sí vincula con la reputación, es
decir, con el reconocimiento público o comunitario que alcanzan aquellas
organizaciones que, en su cultura, han sumado el compromiso y respeto por sus
empleados, clientes y la sociedad en general. Por supuesto que no se trata
simplemente de observar las normas vigentes, porque es lo que todos deben
hacer, sino por esmerarse en brindar valor
responsable ante temas hoy tan sensibles como el medio ambiente, lo social,
etc.
Todavía
insisten con el CV
Si bien del tema nos hemos referimos en otras
oportunidades, no está de más en insistir o recordar que el CV pasó a ser una
herramienta obsoleta, que para nada permite destacar las habilidades soft, que son las que “marcan” realmente
las cualidades o potencialidades del postulante.
Así como una organización no vacila en incorporar
nuevos procesos, la automatización, la robótica, etc., con la finalidad de
poder ser más competitiva y productiva, poco y nada hacen en materia de
búsqueda y selección de personas.
Seguramente que algunos de ustedes ha tenido que “someterse”
a la imposición de tener que subir a la Web el CV –en una plataforma para nada
amigable– para luego recibir un trato desconsiderado por el tiempo de demora en
la respuesta, o la ausencia de un simple muchas
gracias por su interés. Como se podrán imaginar, así no se construye la marca empleadora, pero sí da pie para
que luego uno “comparta” su frustración y la mala experiencia en las redes
sociales y a través del boca-a-boca.
La
carrera laboral
Cuando la persona que se postula tiene el interés de
ser parte de una organización, por considerarla un paso clave en su carrera
laboral o profesional, ello debiera constituirse en un factor de atracción e
interés para la compañía. ¿Por qué? Porque se encuentra ante la presencia de un
individuo que, además de tener las habilidades para el puesto en cuestión,
cuenta con una fuerte motivación para ser parte de un proyecto que, en
definitiva, es vital para ambas partes.
Esta actitud, si bien no es compartida o quizás bien
entendida por muchas compañías, es la que realmente necesitan para llegar a ser
sustentables en un contexto que es, cada vez más, competitivo y sobreofertado.
Aquí es donde todavía se da una gran paradoja en
este tipo de empresas, porque están más preocupadas por asignar o “encorsetar”
a sus empleados en la descripción del puesto –al salario más bajo o de
“mercado”. Entonces, lo que logran es todo lo opuesto como marca empleadora y una negativa percepción en materia de
reputación.
Pero también suman otro problema, al privarse de
poder captar y seducir a las personas adecuadas en todos sus puestos. Es decir,
no sólo a nivel ejecutivo, porque hoy la empresa para ser viable necesita tener
a los “mejores” que se identifiquen con ella, desde el cadete hasta el CEO. De
esta forma es como en el día-a-día la empresa podrá ir construyendo su
reputación, al tiempo que su gente –en sus puestos respectivos– vaya llevando
adelante sus planes de carrera laboral.
¡El portador de Tu Marca Personal
difícilmente será parte de una organización que exija el CV, pero sí de aquella
que cuente con un proyecto singular, por considerarlo un factor clave para su
desarrollo laboral y profesional, puesto al servicio de sus prójimos!
José
Podestá