El proceso de la vocación comienza con la pregunta
básica “¿Qué voy a hacer de mi vida?”. El Personal Branding lo hace partiendo
de la misión, es decir, del “¿Por qué
existo y cuál es mi destino en la vida?”. Ningunos de los dos son excluyentes.
Al contrario, se necesitan y se integran porque, en definitiva, lo que vayas a ser y hacer en lo laboral, profesional o social, deberá estar anclado en
aquella vocación que le brinde un sentido a tu vida.
En la medida que ello ocurra, tus prójimos –se trate
de colegas, clientes o la comunidad misma– se verán también beneficiados por el
fruto de tu trabajo o servicio. De la misma manera, “todos” nos vamos enriqueciendo
y complementado en nuestro obrar.
¿Es
necesario el Personal Branding?
Más de uno se hace esta pregunta y también suelen
consultar acerca del motivo-razón del Personal Branding. Sin embargo, el hecho
de estar interesados no significa que luego asuman tal desafío personal y de
vida. Y no es para menos porque ello demanda, desde el vamos, tener resuelto el
punto de partida existencial, es decir: Tu misión
y vocación.
Quizás algunos de ustedes conocen personas que se
destacan en lo que hacen y cómo vienen “cosechando” el reconocimiento, la admiración
y hasta la “envidia” –propio de los mediocres y fracasados– por la energía, el
entusiasmo y, en definitiva, la pasión que estas personas irradian en lo
suyo.
De ello se trata cuando hablamos de la vocación. Sin embargo la realidad nos
muestra que no todos la tienen en claro y así van avanzando a “la deriva” por
la vida, buscando algún empleo bien pago o la profesión “de moda” que les
permita una rápida salida laboral para ganar dinero y un eventual ascenso
social. Por supuesto que estas personas, más allá de su edad, no saben o quizás
no fueron oportunamente advertidos de cómo proceder en la vida. Tal vez hasta
se muestran reacios de escuchar su “voz interior”, para poder salir del círculo
vicioso en que se encuentran y así reposicionarse frente a la vida. Tampoco es
excluyente el tener que hacerlo uno mismo, sobre todo cuando se carece del
método o la forma de abordaje; en estos casos, la orientación de un profesional
suele ser un recurso muy válido en este proceso de autoconocimiento.
Paradójicamente, muchos de estos individuos creen o
sienten que no necesitan del Personal Branding, cuando en la práctica suelen
ser los más afectados por su carencia. Otros también piensan o creen que, por
la edad, es algo que no es para ellos. Sin embargo, son los que luego vemos
lamentarse de la “mala suerte” que han tenido en la vida, como si ésta fuera la
responsable en premiar o castigar al ser humano. Conviene, entonces, tener muy
presente el proverbio que dice: “Cada uno
es el artífice de su propio destino”.
Por supuesto que el Personal Branding no garantiza
ni produce en sí mismo el éxito o el fracaso del individuo, porque ello
dependerá de la vocación y la pasión-entrega que cada uno ponga en lo suyo.
Una
decisión-desafío movilizante
La vocación
y la misión, justo es reconocer,
demandan una decisión que para algunos es compleja y para otros no tanto; más
aún, les aflora como algo natural. Sin embargo, para ambos no deja de ser muy movilizante.
¿Por qué? Porque poner en blanco y negro “quién soy y para que vine al planeta
Tierra” implica partir de tus propias creencias, actitudes, valores y
personalidad, que luego serán clave –junto con tus habilidades y límites– para
tu proyecto y su puesta en práctica, es decir, el plan de desarrollo laboral y
profesional que le dará un sentido a tu vida.
De esta forma nos evitamos llegar a poner, sin
darnos cuenta, el carro delante del caballo, porque así no vamos a ninguna
parte. Entonces, la pregunta final que aquí se impone es: ¿Cómo harías luego para
conducirte en la vida, si no tienes en claro cuál de los caminos u opciones que
se presentan ante ti es la que deberías tomar, para llevar a cabo tu destino
personal?
¡El portador de Tu Marca Personal tiene bien
en claro que el Personal Branding –como
también su título universitario o de posgrado– carecen de validez y relevancia
si no son parte indisolubles de su vocación y misión en la vida, puestos en
acción!
José
Podestá